Para ser competitivo a escala nacional e internacional, se requiere disciplina y esfuerzos adicionales que a un productor aislado le tomaría más tiempo de lo pensado, lo cual no es imposible, pues como dice el refrán “la unión hace la fuerza”.
Esto significa que la agrocadena engloba a muchos actores económicos que se encuentra interrelacionados: productores, la industria e incluso los exportadores y comercializadores.
En Guatemala, hay un sinnúmero de agrocadenas. El Viceministerio de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) tiene registradas, entre otras, las del cacao, arroz, maíz, frijol, café, azúcar, tilapia, apícola, lácteos y aguacate.
La ubicación de cada una depende de la localización geográfica del producto. La del cacao, por ejemplo, se encuentra especialmente en Alta Verapaz, Suchitepéquez y San Marcos. Esto debido a que es en estos departamentos donde se siembra dicho producto. La del azúcar ubica a los principales ingenios en la Costa Sur, detalló el viceministerio del ramo.
Andrés Bickford, gerente del Sector Agrícola de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), coincidió con que el número de agrocadenas en el país es difícil de definir, ya que existen instituciones públicas y privadas que las promueven.
“Las podemos ver por sector productivo, como por región geográfica. Las principales agrocadenas que hemos logrado identificar se ubican en el altiplano de Guatemala, en el segmento de vegetales de exportación, en donde más de 60 mil pequeños productores son beneficiados”, indicó Bickford.
En la última década, las exportaciones agrícolas han tenido impacto en la generación de empleo, debido al involucramiento en la cadena de exportaciones de aproximadamente 200 mil pequeños productores y familias que forman parte de más de 500 comunidades del área rural, y que ha traído beneficios como el mejoramiento de calidad de vida de los productores, empresarialidad rural, oferta competitiva, empleo rural, disminución de migraciones y aumento de ingresos.
Eslabón tras eslabón
Otto Mora, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Guatemala, señaló que las agrocadenas pueden tomar formas y largos distintos, lo que depende del producto, sus características, procesos y mercados objetivos.
A cada etapa se le conoce como “eslabón” —de la producción, del procesamiento, etcétera—.
Algunos productos no requieren transformación, sino que van directamente a los mercados mayoristas, luego a distribuidores minoristas y después llegan al consumidor.
Otros productos no pueden ser consumidos si no son procesados industrialmente —como los aceites vegetales—, explicó Mora.
Alrededor de los eslabones se aglomeran los productores, comercializadores o los actores que se desempeñan en esa etapa. Eso genera empleos específicos en cada uno de ellos, agregó Sergio Méndez, asesor técnico de la FAO-Guatemala.
Cada eslabón necesita de materias primas, insumos, y servicios, entre otros, y alrededor de ellos se aglomeran actores que proveen de esos bienes o servicios, que a su vez generan empleos.
La cadena también requiere de otros servicios para vincular los eslabones como transporte, almacenamiento, instalaciones frías —cadena de frío—, y esos elementos también generan empleos, en algunos casos muy especializados, y en otros, no calificados.
También requieren de financiamiento para funcionar, por lo tanto, cada eslabón tiene necesidades diferentes, detalló Méndez.
Finalmente, funcionan “naturalmente”, como las “cadenas económicas”, refirió Mora, pero al incluir procesos de organización de los actores, coordinación entre ellos y, sobre todo, entre los eslabones y los distintos prestadores de servicios, es cuando la cadena económica se transforma en “cadena de valor”, puntualizó el técnico de FAO.
Asistencia técnica
Una parte fundamental de las agrocadenas para su supervivencia es la asistencia técnica a todo nivel, afirmó Otto Mora, técnico de la FAO-Guatemala.
Por ejemplo, en la cadena productiva, desde una buena semilla y suelo hasta una amplia gama de buenas prácticas agrícolas, de manufactura y empresariales, además del esfuerzo multisectorial de entidades estatales para el apoyo en temas logísticos, aduanales, infraestructura de comunicaciones —puertos, aeropuertos, y carreteras— y un buen fundamento de desarrollo tecnológico y de investigación. “Esas serían las claves para poder mejorar el tema de las agrocadenas en un mundo globalizado, porque la competitividad llama a tener características mínimas para poder competir”.
Un tema fundamental tiene que ver con los mercados. Las cadenas que identifican conocen y se conectan con mercados bien definidos empiezan a crecer, porque producen enfocados en vender, ya conociendo las posibilidades que tiene el mercado de comprarles. Los que producen sin saber cómo es el mercado tienen problemas para vender, pierden las cosechas por “sobreproducción” —que no ocurriría si estuviera dirigida a una demanda identificada—, podrían sufrir de baja de precios, porque las producciones se obtienen al mismo tiempo o son víctimas de contrabandistas.
“Cuando hay mercado, hay posibilidad de conseguir financiamiento; pero si no hay dónde vender, no hay argumentos para pedir crédito”, resaltó Mora.
También son importantes los temas técnicos de la producción y el acceso a los recursos fundamentales, como el agua y la tierra, porque sin ellos nada de lo anterior funciona.
Agrocadenas que aún les falta despegar
Otto Mora y Sergio Méndez, técnicos de la FAO-Guatemala, consideran que algunas agrocadenas que no logran despegar son la de la miel, flores, frutas tropicales, principalmente por la falta de conocimiento técnico o área de producción, y algunas otras por la falta de infraestructura y servicios públicos, lo que hace poco competitivo al país frente al resto del mundo.
Estas son algunas razones por las que no avanzan mucho. También tiene que ver con su conexión con los mercados “grandes”. Mientras menos conexión al mercado, menor crecimiento.
Bernabé Salvador, integrante de las agrocadenas del limón y de la tilapia, comentó que la junta directiva de la primera está formada para nombrar al titular y suplente ante el Consejo Nacional de Desarrollo Agropecuario (Conadea), según el acuerdo gubernativo 32-2016. Por lo tanto, los avances aún no son significativos, pero son el primer paso para la formalización.
La organización es clave para las agrocadenas, afirmó Salvador, porque es más accesible lograr apoyo de diferentes entidades nacionales e internacionales.
En el Viceministerio de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones del Maga se indicó que impulsan acciones de facilitación y agilización de procesos para estos grupos organizados, como la reciente sistematización de los trámites de importación de insumos agropecuarios e hidrobiológicos, así como de productos de origen animal y vegetal mediante la plataforma digital Visar, en línea.
El loroco, consolidación y fortalecimiento
El cultivo de loroco ha cobrado importancia económica para los agricultores de la región árida del oriente de Guatemala. Para muchos productores, el loroco contribuye hasta 70% con el ingreso familiar.
Guatemala es parte del centro de origen de esta planta, cuya domesticación se presume se dio hace 50 años por las poblaciones mestizas e indígenas del suroriente del país, Este de Honduras y noreste de El Salvador.
La agrocadena del loroco logró formar su junta directiva en el 2018, y ya fue reconocida ante el Consejo Nacional de Desarrollo Agropecuario (Conadea) del Maga.
El objetivo es consolidar el fortalecimiento de la agrocadena a escala departamental y nacional, y fue dirigido a los pequeños agricultores y comerciantes que pueden ser beneficiados en incidir dando valor a sus propios productos, organizándose como colectivos, institucionalizar deseos y mejorar ingresos para una vida más digna.
La Cooperación Alemana GIZ en Guatemala, por medio del Programa Adaptate, en colaboración con el Maga, desarrolló una serie de talleres y capacitaciones dirigidos a todos los actores de la agrocadena de loroco con el fin de vincular los actores para enlazar relaciones comerciales.
En mayo pasado se llevó a cabo un conversatorio organizado por el Maga, IICA Guatemala, CRIA y la Unión Europea donde se plantearon varios temas para continuar el camino para la consolidación de esta agrocadena.
El cacao, alto potencial
El Plan Estratégico de la Agrocadena de Cacao de Guatemala (Pedac) 2016-2025 es un instrumento de gestión de la Estrategia Nacional de la Agrocadena de Cacao de Guatemala (Enac), dentro del cual se contempla cuatro ejes estratégicos, dos transversales y 12 líneas de acción que sustentan la base para el desarrollo posterior de los planes operativos y de acción que sean emprendidos en cada uno de los eslabones identificados dentro de la cadena:
- a) preproducción;
- b) producción;
- c) transformación primaria;
- d) transformación secundaria; y
- e) comercialización, en un horizonte de 10 años a partir del 2016.
La Enac se fundamenta en un modelo dinámico e integrador, con la participación de actores directos e indirectos, dentro de la agrocadena de cacao para emprender acciones de fortalecimiento.
En el país existen 159 mil 419 hectáreas aptas para el cultivo de cacao. En la actualidad, la producción de cacao tiene un área cosechada de seis mil 300 manzanas.
Las exportaciones de cacao especial de Guatemala representaron para la temporada 2020 unas 196 toneladas métricas, por un valor FOB de US$851 mil 500.
La Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) formó parte del Comité Organizador Nacional en conjunto con Conadea-Maga de la IV Competencia Nacional Cocoa of Excellence en Guatemala, que tiene como objetivo promover la participación de Guatemala en el Programa Cocoa of Excellence desde el año 2015, y de esta manera contribuir con la generación de mayor oferta exportable de cacao diferenciado, su promoción a nivel internacional y su aporte al desarrollo de la economía a través de la exportación.
Por lo anterior, cinco muestras nacionales de cacaos finos fueron seleccionadas para representar al país en el Cocoa of Excellence & International Cocoa Awards 2021, que se celebrará en el marco del Salón de Chocolate de París, Francia, del 28 de octubre al 1 de noviembre.
La tilapia, sustento y productividad
Fortalecer sus técnicas de cultivo, comercialización y nuevas formas de consumo por su alto contenido nutricional en fósforo y omega, lo cual contribuye a la seguridad alimentaria, son los principales objetivos de la Agrocadena de la Tilapia.
En Guatemala la producción de este pez es de 11 mil toneladas métricas anuales concentrada en Escuintla, Suchitepéquez, Santa Rosa, Retalhuleu, Zacapa e Izabal, y beneficia a más de 25 mil familias de manera directa e indirecta. Los cálculos indican que este sector genera aproximadamente US$140 millones al año, convirtiéndose en fuente de desarrollo y pilar de la economía nacional.
Bernabé Salvador, integrante de la Junta Directiva de la Agrocadena de la Tilapia de la Asociación Nacional de los productores de Tilapia (Anati), comentó que una parte de la organización está funcionando y es una asociación no lucrativa, formalmente establecida y respaldada por Conadea.
La Anati tiene su propio plan operativo y lleva a cabo sesiones mensuales y anuales con la junta directiva, quienes están registrando a los productores de tilapia a través del Maga con el Código Único de Establecimiento (CUE).
Dentro de la agrocadena de la Tilapia están interactuando diferentes eslabones como la academia, el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), productores, proveedores de insumos, exportadores, aunque no se exporta tilapia en este momento, pero están los actores y funcionan de manera ordenada y coordinada.
El camino que falta por recorrer incluye optar a las fuentes de financiamiento que ofrecen entidades, algunas son reembolsables y otras no, pero la planificación tiene como objetivo calificar a financiamientos productivos.
“Lo que se está pensando, luego de los resultados de estudios de mercado, es definir algunos de los proyectos que están incluidos en el plan operativo anual con proyección de 10 a 15 años, y con créditos blandos ya se pueden desarrollar, y con la certeza de que serán rentables”, afirmó Salvador.
Agrocadenas más avanzadas
De acuerdo con el Viceministerio de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones del Maga, entre las agrocadenas más avanzadas y tecnificadas destacan la del café y la del azúcar, por ejemplo, las cuales tienen un nivel de interrelación muy alto también por el rol que juega la industria al momento de procesar la materia prima agrícola (sobre todo en la caña de azúcar).
Parte del nivel de madurez que han alcanzado estas agrocadenas específicamente responde también al nivel de organización que tienen los sectores y el trabajo que hacen en conjunto con el sector de gobierno.
La Asociación Nacional del Café (Anacafé) y la Asociación de Azucareros de Guatemala (Azasgua) son ejemplos de organización gremial del sector privado, buscando integrar tanto a las partes primarias de la cadena, como a los actores industriales, de exportación y comercialización.
El Maga afirma que ha establecido la mesa de competitividad y a su vez diversas submesas para discutir y atender las necesidades de cada sector vinculado, con la finalidad de lograr que todas las agrocadenas alcancen su madurez y generen más empleo y desarrollo en el área rural.
Falta asociatividad en el cardamomo
La agroindustria del cardamomo guatemalteco busca que toda la cadena productiva se beneficie del reconocimiento del grano a nivel mundial y lucha por mantenerse como el mejor productor y mayor exportador del aromático, refirió el Comité de Cardamomo de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).
Guatemala es el principal productor mundial de cardamomo y número uno en exportación. Mueve casi el 1% del producto interno bruto (PIB) del país, y se cultiva en Huehuetenango, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Izabal, y Quiché.
El grano reúne a más de 300 mil pequeños agricultores en toda la cadena productiva. A partir de 1970, la producción local comenzó a ser importante y en años recientes se han exportado hasta 39 mil toneladas anuales.
El cardamomo guatemalteco llega a la mayoría de los países del Medio Oriente, así como a Europa, Asia, Estados Unidos, Canadá, México y Sudamérica.
La agroindustria del cardamomo ofrece calidad a todos sus consumidores a nivel mundial, por eso se mantiene al día las certificaciones internacionales, ya que es un producto alimenticio importante.
Este producto se distribuye en grano y en pequeños envases que llegan hasta los mejores supermercados, restaurantes y cocinas del mundo. El cardamomo tiene un impacto socioeconómico fuerte, que comienza desde el pequeño productor, para quien representa el 100 por ciento de sus ingresos anuales y cuya economía depende de la producción.
Según los resultados del estudio La importancia del Cardamomo en la economía de Guatemala, elaborado por el Comité de Cardamomo de Agexport, con el apoyo de AL-Invest 5.0, programa financiado por la Unión Europea, los principales retos para el sector cardamomero nacional son la ausencia de asociatividad, institucionalidad, falta de apoyo de cualquier tipo por parte del Gobierno, cadenas de comercio largas y el combate de la plaga thrips, entre otros.