Las zonas donde viven y producen los agricultores de los tres países han sufrido las consecuencias de la falta de lluvia, cuya irregularidad, cada vez más frecuente, genera grandes desafíos para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria de miles de familias.
Amenaza latente
Este grupo de agricultores, que se reunió por primera vez en Centroamérica el pasado mes de abril, viajó ahora a Brasil para conocer las prácticas de resiliencia y adaptación al cambio climático de Corredor Seco en zonas de El Salvador y Guatemala.
Esta es, entonces, la segunda etapa del intercambio por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Articulación con el Semiárido Brasileño (ASA).
“Nuestros hermanos brasileños viven en condiciones peores que la nuestra. Aun así, están produciendo. En nuestra área llueve casi el doble que en donde estamos visitando” expresó Gloria Díaz, quien forma parte del grupo de la delegación guatemalteca de siete agricultores.
Ella, al igual que sus compañeros, oriundos del departamento de Chiquimula, participa de manera activa en el proyecto “Restablecimiento del Sistema Alimentario y fortalecimiento de la Resiliencia de familias afectadas por la Canícula Prolongada en municipios de Chiquimula y Jalapa, Guatemala”, financiado por el Gobierno de Suecia y ejecutado por el Ministerio de Agricultura en conjunto con la FAO.
Buenas prácticas
Díaz resaltó la importancia de la organización social de los grupos brasileños que han visitado, ya con ello estas organizaciones han logrado el apoyo del gobierno de ese país.
Prácticas como almacenaje de agua, buenas prácticas de producción, post producción y almacenamiento de alimentos, acceso a mercados y comercialización son algunos de los puntos a conocer por esta delegación de 13 agricultores y agricultoras.
Para el coordinador de la Red ASA por el estado de Pernambuco, Alexandre Pires, es necesario compartir experiencias para mejorar la vida de los productores y para que otras personas “puedan tener más dignidad para vivir en una región seca, en una región semiárida”.
El intercambio finaliza este sábado con la visita a la Feria Agroecológica de las Gracias, la más antigua de Pernambuco, en Nordeste de Brasil, creada hace 20 años.
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