A pesar de los avances que han logrado en poner en operación 49% de los 866 kilómetros de red que esa empresa está desarrollando “no hay recetas de cocina específicas para resolver los casos e implica ser creativos ser creativos”.
Mucha de la conflictividad que se genera por la desinformación selañaron tanto Ronquillo como Fernando Colorado, Subgerente de Desarrollo sostenible de Corporación Eegsa.
Entonces las empresas se han visto obligadas a ser pedagogas y a coordinar apoyo para la comunidad agregó Colorado.
Y, esto se debe entre otras cosas a que desconocen como funcionan los proyectos de electricidad, en este caso de transmisión de energía, pero también a falta de información.
Autorizaciones y multiculturalidad
Aparte de cumplir con cada una de las autorizaciones y ámbitos que exige la ley, las empresas tienen “que sacar su inspiración” para aplicar medidas tanto para involucrar y explicar a la comunidad en conocer el proyecto como las acciones que este conlleva dijo Otto Girón, gerente de transmisión de HidroXacbal.
Explicarles qué beneficios tendrán con la llegada de un proyecto, o incluso crear proyectos de beneficio para la comunidad son otras de las acciones que implementan las empresas, pero advierten estas mismas que no se pueden volver suplidoras de los servicios que el Estado no ha logrado llevar.
Jesús Gómez, de la Comisión del Diálogo presidencial dijo que hay que entender que el país es multicultural y la pertinencia cultural.
Uno de los problemas que se enfrenta es el monolinguismo por lo que recomienda colocar dentro de sus equipos personas que sepan el idioma de la comunidad pero también la cosmovisión y la petinencia cultural.
Reconoce que a lo largo de los años se ha dado conflictividad genuina por ausencia del Estado o porque no hay gente recta que lidere, pero también otra conflictividad provocada por actores externos.
La comunicación con los lideres de las comunidades o cada autoridad local es necesaria coinciden Colorado y Mauricio Acevedo, gerente de Trecsa.
Colorado, de la corporación Eegsa, mencionó que han encontrado “una realidad muy tremenda” ya que hay comunidades donde han encontrado 80% de analfabaetismo en mujeres, y pobreza extrema por lo que las personas “cuando llega una empresa se arman expectativas muy grandes”.
Dicha corporación trabaja bajo un modelo de integración en los territorios, que conlleva respecto, cumplimiento, equidad, oportunidades de desarrollo.
Sin embargo las empresas están clara en que no pueden suplir la ausencia del Estado y no se pueden comprometer a suplirlo.
“No se puede hacer lo que corresponde al Estado, sino trabajar juntos”, se añadió.
Generar confianza
Trecsa mencionó que muchas veces se obvia lo más básico y que es generar confianza de la comunidad. Esa empresa tienen varios casos de éxito, uno de estos es la línea de transmisión que va de Covadonga a Uspantán, en Quiché.
Para ello se contó con un equipo que conozca y aprende a relacionarse en el área, con presencia permanente en el territorio, sincronizar con las comunidades, reunir a las diferentes autoridades y lideres de las comunidades y tener un relacionamiento uno a uno para escuchar a cada uno, diálogo, búsqueda de consensos.
Tomar en cuenta a las mujeres, trabajar proyectos de empoderamiento de la mujer por medio de explicarles que la energía también sirve para la producción de actividades económicas que les puedan ayudar en su comunidad. Entre otros proyectos para apoyar a la comunidad que también los respaldará para lograr desarrollo.
Gómez dijo que a veces la reacción de la comunidad depende de quien llega primero a informar, si las personas que se oponen al proyecto por diferentes causas o los inversionistas.
El inversionista tiene que trabajar con inmersión total y explicar con una lógica comprensible, agrega.
Pero hay que saber separar las acciones. Porque una empresa termina haciendo lo que no le corresponde porque le tocaría al Estado. Hay que trabajar en nodos de educación, salud y otros, pero se debe tener cuidado en no caer en paternalismo.
Se debe trabajar en beneficios comunitarios y no bajo la visión de dar beneficios individuales porque se convertiría en dañino a corto y mediano plazo.
La situación de la red de transmisión
Las líneas de transmisión de energía del país han crecido en los últimos años y pasaron de ser de gestión estatal, en 1996, a tener 13 empresas transmisoras en la actualidad, aunque por medio del Inde el Estado sigue siendo el propietario del 67% de esa red y el 33% restante está en manos de empresas privadas, según Carmen Urízar, expresidenta de la Comisión Nacional de Energía (CNEE).
Aunque se ha avanzado en el sector, hay proyectos que empezaron hace años y aún no finalizan o bien el avance ha llevado más tiempo de lo previsto.
Del Plan de Expansión de Transmisión (PET), adjudicado a Transportadora de Energía de Centroamérica (Trecsa), por 866 kilómetros de red, se han construido 522 (73%), y puesto en operación 421 (49%) indicó el gerente Mauricio Acevedo. Aparte, el Anillo Pacífico Sur, que ya entró en operación este año, con 96 kilómetros.
Dos caras
La importancia de fortalecer y ampliar las redes de transmisión apunta a evitar apagones, estabilizar el servicio de la energía y permitir a las distribuidoras ampliar la cobertura, se explicó ayer durante el Primer Foro de Transporte de Energía Eléctrica.
En esa actividad, los actores del sistema de transmisión eléctrica expusieron que sí existen mecanismos adecuados en el país para regular al sector eléctrico, cambios a la ley y procesos como las licitaciones y abrir el mercado a más participación.
Sin embargo, ven debilidades como la tardanza en la tramitología, tanto para obtener aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) como en otras instancias estatales.
En el foro se mencionó que en la conflictividad influye el abandono o falta de servicios estatales básicos como educación, salud y carreteras.
Fersa —adjudicada en la licitación del 2014 para ejecutar tres lotes de 400 kilómetros y 14 subestaciones—, ingresó su EIA desde el 2016 pero no ha sido aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), dijo Alejandro Pimentel, director del Grupo Fersa/5nd.
Otra dificultad es que no hay sincronía entre las normas y lo que se espera de las decisiones de orden nacional y del orden regional o local, agregó Acevedo.
Panelistas de CNEE, INDE, Administrador del Mercado Mayorista, y el Grupo Energía de Bogotá coinciden la necesidad de seguir planificando a largo plazo los proyectos de transmisión de energía para seguir fortaleciendo el sistema que ayuda a lograr más cobertura @Economia_pl pic.twitter.com/zzhWd2cstq
— Rosa María Bolaños (@rbolanos_pl) October 30, 2018
Otto Girón, gerente de Transmisión de HidroXacbal, dijo que las empresas también deben contar con equipos proactivos para lograr comunicarse con las comunidades y con autoridades locales, ya que “cuando uno está buscando la servidumbre está totalmente solo”. A esta empresa aún le falta el 10% de su red.
La conflictividad es otro de los problemas que enfrenta el sector. Pimentel dijo que cada lote de los que les fueron adjudicados tienen complejidad distinta. El lote A no se puede finalizar porque otra empresa no ha podido concluir su red, y el lote B enfrenta conflictividad social.
Pimentel dijo que las poblaciones “se sienten burladas” al ver que llegan obras de energía cerca de sus comunidades pero ellas no tienen ese servicio en sus hogares.
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