Segundo: use el crédito para invertirlo en algo que le genere entradas o bien aumente de precio. Solicite el crédito al más largo plazo para que el pago mensual sea bajo y no afecte el resto de sus pagos y compromisos, pero decídase a pagarlo en el menor tiempo posible abonando lo más que pueda al capital adeudado. Mientras menos dinero mande de su casa a casa de sus acreedores, mejor.
Tercero: compre a lo NUCA y no a lo FOCA. Sus ingresos destínelos a cubrir sus necesidades y obligaciones, comprar lo que utiliza cada mes, adquirir comodidades y darse gustos, pero guarde una parte para su ahorro. No salga a comprar cosas pensando que estas le traerán felicidad, tampoco adquiera algo solo para ir a ostentarlo o a presumirlo, o lo que es peor, para competir y que los demás le acepten.
Cuarto: haga un plan de gastos y controle que no se pase de lo planeado. Haga una lista de lo que piensa gastar y cuánto dinero dispone para gastar en todo eso. Luego controle semanalmente que lo dispuesto para gastar se cumpla al pie de la letra. A eso se le llama regular el gasto y es uno de los secretos de quienes han logrado hacerse y mantenerse millonarios. El best seller El millonario de al lado, reveló que aunque estos tienen ingresos abundantes, lo que realmente les permite aumentar sus capitales es que se limitan a gastar lo que han determinado gastarse. Y les va muy bien.
Quinto: lo que no se llegue a gastar cada mes es su ganancia y este es su capital y si lo invierte bien le generara ingresos extras. Así es como lo han hecho quienes han salido de la pobreza y se han enriquecido.
Sexto consejo: diezme y contribuya a beneficencias. De nuestra abundancia honremos a Dios con una parte y otra compartámosla con instituciones o personas que requieran de ayuda para educarse, sanarse, tener techo, rehabilitarse, abrigarse o alimentarse. En fin, usémosla para dejar huella a nuestro paso por el mundo.