Así, la unión aduanera, cumple cinco años de vigencia, con un acelerado y notorio crecimiento del comercio e inversión, pero afectado en 2020 por la distorsión por los efectos de la pandemia, con una prometedora curva de recuperación para 2021.
Facilitación y agilidad en los tiempos son los principales logros que se reconocen, pero el proceso enfrenta desafíos para lograr la plena integración económica regional.
Amador Carballido, director general de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), afirmó que el volumen de comercio entre Guatemala y Honduras aumentó en estos años a excepción del 2020, como consecuencia de los efectos de la crisis sanitaria.
El intercambio incrementó para ambos países, y aunque Guatemala ya tenía un comercio superavitario con Honduras, fue notable que los tiempos de tránsito para el traslado de mercancías se redujeron.
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Gabriel Escobar, gerente general de Ranero Logistic, contó que el principal beneficio para la industria es en los tiempos de entrega de las mercancías.
¿Cómo ayuda al agente económico?
Tanto el volumen como el comercio han crecido para los dos países, y los efectos se empezaron a percibir en 2018.
Por ejemplo, entre 2016 y 2017, las exportaciones de Guatemala fueron de US$913 y US$967 millones; pero en 2018, después de la unión aduanera alcanzaron US$1 mil 50 millones; 2019, US$1 mil millones y 2020 cerraron en US$1 mil 23 millones, según el reporte de la banca central.
Por el lado de las importaciones de Honduras a Guatemala, hubo una tendencia de crecimiento, con US$366 millones en 2015; US$331 millones 2016 y US$384 millones en 2017. Pero en 2018, alcanzan US$448 millones, 2019, US$479 millones y 2020 US$492 millones.
Para comprender los alcances de la unión aduanera, Álvaro Sarmiento, consultor en comercio exterior, manifestó que el formato de importaciones/exportaciones desaparece, su tramitología se simplifica y la velocidad de cruce de frontera pasó de “carruaje tirado por caballos a fórmula uno”.
El Grupo del Banco Mundial pudo contabilizar que se pasó de más de 10 horas de tiempo invertido para el cruce fronteriza a no más de siete minutos; esto significa una disminución de costos logísticos, manejo más eficiente de inventarios, la llegada con mayor rapidez al consumidor, por lo tanto, sectores productivos más competitivos.
Para Werner Ovalle, intendente de Aduanas, hay tres aspectos que le pueden beneficiar al empresario, complementando su logística con las medidas de facilitación.
El primero es el uso de la Factura y Declaración Única Centroamericana (Fyduca) como un documento de carácter tributario que le permite transferir mercancías de un territorio a otro. El segundo es que geográficamente es factible establecerse cercano a Puestos Fronterizos Integrados, acortando distancias y tiempos para su competitividad. Y finalmente beneficiarse de la libre circulación de las mercancías y buscar destinos distintos para sus productos en Honduras o hacia otros mercados desde ese país.
Sectores ganadores
Sarmiento expuso que los actores tradicionales como el gran exportador, pueden contar con una mejor posición de presencia en el mercado vecino, menores costos, negociar tarifas de transporte, entre otros aspectos.
Para el nuevo vendedor a Honduras, especialmente si es pequeña y mediana empresa, deberá tener menores complicaciones para vender sus productos, ya que será algo más parecido a una venta local que a una gestión a través de ventanillas únicas, trato con las administraciones aduaneras de ambos países, y muchos aspectos que ya no tendrán que realizar.
Ovalle define que los mayores beneficiados son los sectores que producen y exportan, pero afina a las industrias alimentarias, y para el caso de las importaciones pueden ser insumos y materias primas para producir y transformar. También productos minerales, industrias químicas y materiales textiles y sus manufacturas.
El camino que resta
Si bien la unión aduanera entre Guatemala y Honduras es el primer ciclo, los consultados señalan los aspectos que vendrán después vaticinando una integración.
Ovalle señala que son procesos vivos que continuamente dan las pautas para llegar al 100 por ciento de una libre circulación que es el objetivo y se debe complementar con la inclusión del tratamiento sanitario y fitosanitario, una gestión coordinada en fronteras, pasos agiles perfeccionados por el concepto de un territorio único aduanero.
Sobre cómo los empresarios deben aprovechar, el intendente puntualiza que deben conocer todos los procedimientos establecidos de manera binacional y hacer de la cultura de cumplimiento como un eje fundamental de sus actividades.
Y sobre hacia dónde deben de ver el siguiente ciclo, Ovalle apuesta por la complementariedad de las tecnologías.
“Las formas electrónicas de hacer gestión, la colaboración hacia los servicios aduaneros por los diferentes actores de la cadena logística que intervienen en los actos de la logística de sus mercancías y del Despacho Aduanero en sí”, concluyó.
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Sarmiento expone que todavía quedan áreas importantes en este primer ciclo, por ejemplo, en tema de la Fyduca aérea, que todavía no es viable.
El consultor aseguró que otro tema es el funcionamiento de las aduanas periféricas, la otra deuda en el desarrollo de esta primera fase, y uno de los temas centrales y que debe ser ya parte de la negociación es ampliar el listado de productos que todavía no gozan de libre circulación, por ejemplo, el lácteo.
Por último, es importante tratar de definir con El Salvador su posición respecto al proceso, y que están en todo su derecho de no activar su adhesión a los compromisos adquiridos por Guatemala y Honduras.
El director de Agexport, remarcó que ahora lo que hace falta es crear infraestructura en las fronteras para agilizar el tráfico.