Según la nota, la federación lusa y Santos “acordaron dar por terminado el recorrido de gran éxito iniciado en septiembre de 2014” y entienden que, “tras una de las mejores participaciones de la historia de la selección nacional en fases finales del Mundial”, es el “momento correcto para iniciar un nuevo ciclo”.
“La FPF agradece a Fernando Santos y a su equipo técnico los servicios prestados a lo largo de ocho años impares y cree que este agradecimiento es hecho también en nombre de los portugueses”, asegura el organismo, que iniciará ahora el proceso para elegir al próximo seleccionador.
La sorprendente eliminación ante Marruecos (1-0) fue para Portugal el final de un Mundial tenso y marcado por la relación entre Santos y el capitán de las ‘quinas’, Cristiano Ronaldo.
El crack mostró su descontento al ser sustituido durante un partido de la fase de grupos y Santos decidió entonces no sacarlo como titular en los siguientes encuentros.
En el choque contra Marruecos, solo sacó al capitán entrada la segunda parte cuando el marcador anunciaba la eliminación de Portugal.
Santos, de 68 años, tomó las riendas de la selección portuguesa en 2014 en sustitución de Paulo Bento.
En 2016 ganó la Eurocopa de Francia, el primer gran trofeo de la historia de la selección absoluta de Portugal, y en 2019 añadió otro trofeo a las vitrinas lusas al ganar la primera edición de la Liga de Naciones.
Además de los cuartos de final en Qatar, Portugal fue eliminada en octavos en el Mundial de Rusia 2018 y en la defensa del título en la Eurocopa 2020, en la que logró su peor actuación en un campeonato europeo.
En total, Santos es el seleccionador de Portugal con más tiempo en el cargo (8 años), con más partidos (109) y más victorias (68).
Bajo críticas durante ocho años
A pesar de las estadísticas, el estilo de juego practicado por Portugal durante su etapa fue a menudo criticado por ser conservador y defensivo, así como por depender a veces demasiado de las jugadas individuales de sus estrellas, especialmente de Cristiano.
Fernando Santos (Lisboa, 1954), ingeniero de profesión, repartió su carrera de entrenador entre Portugal y Grecia.
En Portugal, entrenó a los tres ‘grandes’ –Oporto, Sporting y Benfica– y ganó la Liga en 1998/1999, el único pentacampeonato de la historia lusa, lo que le valió el apodo del “ingeniero del penta”.
También pasó por los principales clubes del fútbol heleno –AEK, PAOK y Panathinaikos– y por la selección nacional de Grecia, a la que llevó a la Eurocopa de 2012 y al Mundial de Brasil 2014, en el que logró alcanzar los cuartos y los octavos de final, respectivamente.
Recientemente ha sido noticia por problemas con la Hacienda portuguesa relacionados con su sueldo como seleccionador.
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