“¡Levantad las manos! ¡Croaaaaacia!”, grita un animador a la multitud mientras el avión de los jugadores, escoltado a la entrada en el espacio aéreo croata por dos Mig-21 de la Fuerza Aérea, en la plaza Jelacic, donde decenas de miles de personas llevan horas reunidas, para ver de cerca a Luka Modric, Ivan Rakitic y compañía.
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“¡Juega mi Croacia! ¡Cuando te veo, mi corazón se enciende!”, canta la multitud, para matar el tiempo en la espera, haciendo ondear banderas al viento.
Muchos de los asistentes vistían camisetas con los característicos cuadros rojos y blancos. En las pantallas situadas en el lugar, los aficionados veían al equipo croata tras su aventura rusa.
Tras pasar por un arco de agua preparado por los bomberos del aeropuerto Franjo Tudjman, llego el desembarque del avión.
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En las pantallas se ve a Modric en la pasarela del avión y la multitud que le espera en la plaza central de Zagreb lo celebra. El animador grita “Luka…” y el resto termina con un atronador “¡Modric!”. Igual con “Mario… ¡Mandzukic!” o “Dejan… ¡Lovren!”.
Más de 100 mil personas se reunían el lunes en las calles del centro de Zagreb para participar en la gran bienvenida a los
'Vatreni', según la prensa local. Muchos esperando varias horas, pese al calor.
Los transportes eran gratuitos durante todo el día para facilitar el traslado de los aficionados.
Los habitantes de Zagreb no recordaban una reunión en la calle de estas dimensiones desde una manifestación contra Tudjman en 1996 o desde el regreso al país del general Ante Gotovina, absuelto por el Tribunal Penal Internacional de La Haya en 2012 y considerado por los croatas como un héroe de la guerra de independencia contra las fuerzas serbias (1991-1995).
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En los edificios de la plaza de estilo austro-húngaro lucían grandes banderas del país, para terminar de dar más ambiente a la gran fiesta de recibimiento.
Niños, ancianos, habitantes del lugar o venidos incluso desde el extranjero: el clima era festivo, con todo un pueblo con ganas de celebración pese a no haber podido levantar el trofeo.
“Un episodio increíble”
“Así amamos a Croacia”, se leía en una pancarta. “Somos pocos, pero creímos y eso basta”, decía otra.
“Decidí cerrar mi consultorio hoy para recibir a nuestros héroes”, explica Sanja Klajic, una doctora. “Puse un cartel que decía: En este 16 de julio de 2018, cerrado por nuestros Vatreni”, cuenta.
“Vimos un episodio increíble de nuestra historia. Tenía que estar como fuera en Zagreb para festejar con nuestros chicos”, se entusiasma Jure Pavlicic, de 47 años, venido desde Vinkovci (este del país) para esta ocasión.
Los jugadores iban a llegar a la plaza desde el aeropuerto en un autobús descubierto y tenía por momentos problemas para hacerse paso ante la marea humana en el recorrido.
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