Putin e Infantino saltaron al campo, comprobaron el estado del césped, admiraron las tribunas y también supervisaron la zona de calentamiento y los vestuarios del estadio que acogió la apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014.
“¡Confortable!”, comentó Infantino, al supervisar el estadio con forma de concha o armadillo que se encuentra a escasa distancia de la costa del mar Negro.
El director del estadio, Oleg Trushkin, explicó que la transformación del anfiteatro olímpico en un estadio futbolístico costó 4.7 millones de rublos (unos US$75 millones).
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“Este es un estadio legendario. Había tanto ruido, había tanta emoción durante los Juegos Olímpicos. Esperamos que se repita”, destacó.
El Fisht, con capacidad para 45 mil espectadores, ya acogió la Copa Confederaciones el verano pasado y, además de partidos de la primera fase con Alemania, Perú y Panamá como protagonistas, también albergará partidos de octavos y cuartos de final del Mundial de Rusia.
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Los doce estadios que recibirán el Mundial ya han acogido partidos oficiales o de prueba, como ha sido el caso en las últimas semanas con los de Yekaterimburgo, Rostov, Kaliningrado o Samara.
El de Volgogrado será escenario el próximo 9 de mayo de la final de la Copa de Rusia entre dos equipos de segunda división, Tosno y Avangard.
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