Personaje del Año 2024: Adriana Ruano, su medalla de oro es una bocanada de oxígeno para la sociedad guatemalteca
El triunfo olímpico de Adriana Ruano eleva la autoestima e insta a alcanzar metas. Este hito histórico deportivo y su impacto en la sociedad guatemalteca es el punto de partida por el cual Prensa Libre reconoce a Adriana Ruano Oliva como Personaje del Año.
El 31 de julio del 2024 fue un día histórico para el país, cuando Adriana Ruano le dio a Guatemala, en París, su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.(Foto Prensa Libre. cortesía COG).
El influjo social de la medalla de oro obtenida por Adriana Ruano Oliva en el 2024 ha sido determinante para inspirar a las nuevas generaciones a luchar por alcanzar sus sueños con persistencia y determinación, y para interesarse en deportes de alto nivel.
Prensa Libre ha nombrado desde 1992 al Personaje del Año, entre los cuales se ha reconocido a empresarios, artistas, deportistas, científicos y ciudadanos en general que, gracias a su trabajo en el ámbito público o privado en el año que termina, han dado esperanzas por un mejor país.
En el caso de Adriana Ruano, reconocida hoy, se ha ponderado el impacto social a corto y largo plazos de su logro deportivo.
“El impacto social es muy positivo, porque demuestra la fortaleza de los deportistas guatemaltecos. El tiro se había considerado de dominio masculino, pero ahora se evidencia que las mujeres también son excelentes tiradoras”, afirma el doctor en Sociología Rodrigo Montúfar. “Es un hecho trascendental que no se queda en la persona protagonista ni en su familia, sino que se convierte en patrimonio de toda la Nación”, añade.
“Marca un triunfo que queda grabado en la historia social del país, pasada, presente y futura, como el de Doroteo Guamuch Flores, también conocido como Mateo Flores, quien ganó la Maratón de Boston en 1952, así como a lo largo de los últimos años otros medallistas”, expone Montúfar, y destaca que, junto con otros factores positivos, esto ayuda a elevar la autoestima de la población. “Los éxitos de nuestros atletas compensan las insatisfacciones que el pueblo padece en su día a día”, asevera.
El psicólogo Antonio Rivera afirma que los habitantes tienen necesidad psicológica de contar con héroes sociales, culturales y deportivos, pues la moral desciende ante circunstancias adversas. Haber recibido la noticia de tal calibre levanta el orgullo y el amor propio, añade.
“Al revisar la historia, nos damos cuenta de que hacen falta victorias que den unidad colectiva, y eso se llama sentimiento nacional, tan importante para emprender grandes proyectos. La mujer tendrá un referente en quién inspirarse, un nombre en la mente que impulse su poder creativo y de acción”, refiere.
La socióloga Patricia Borrayo, exdirectora del Instituto Universitario de la Mujer, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, considera que la presea obtenida por Ruano es poderosa, pues “muchas niñas pueden empezar a involucrarse en actividades deportivas, inspiradas en este logro”.
“A nivel general, el pensamiento social guatemalteco deberá ir adaptándose a los nuevos cambios sociales relacionados con la participación de las mujeres en competencias deportivas de alto nivel y otros espacios, sobre todo, tomando en consideración la lenta inclusión de mujeres en los Juegos Olímpicos. Han pasado más de cien años desde que por primera vez una mujer participó en los Juegos Olímpicos (de 1900), y 12 años —desde el 2012— en que todos los países han logrado la participación de una mujer deportista en las competencias de las olimpiadas”, refiere Borrayo.
“Adriana Ruano ha roto la barrera de género con persistencia y perseverancia, y ha formado parte de esa paridad de los Juegos Olímpicos de París 2024; por lo tanto, representa la inspiración para las presentes y nuevas generaciones de la sociedad guatemalteca”, resalta la socióloga.
“Las sociedades latinas, tradicionalmente, han sido machistas, de manera que los éxitos de las mujeres guatemaltecas —como Adriana Ruano, Jamy Franco, Ana Sofía Gómez o Gisela Morales— que han ganado en diferentes competencias contribuyen a superar esa tradición. La mujer guatemalteca es tan valiosa, fuerte, trabajadora y abnegada como los hombres guatemaltecos; ese es un principio de equidad de género, muy necesario para toda sociedad humana”, explica Montúfar.
“Este tipo de logros son muy valiosos, es un orgullo, un mérito individual, a diferencia de deportes más populares como el futbol, en el que más personas están involucradas”, indica el historiador y sociólogo Aníbal Chajón.
“Vemos con mucho entusiasmo que la primera medalla de oro haya sido ganada por una mujer, que confirma que ellas pueden lograr todo lo que se proponen. El deporte tiene la característica de que promueve los aspectos positivos del ser humano, y su impacto no va a ser inmediato, porque sus efectos son a largo plazo, al ayudar a mantener buena salud, inspirar a alcanzar metas y a formar disciplina y valores”, añade.
“Es una bocanada de oxígeno que le hace muy bien a la sociedad guatemalteca, pues lo que predomina en el país son las noticias poco halagadoras y alentadoras”, expone el sociólogo Otto Rivera.
“El país en el 2023 venía con incertidumbre y desacierto, debido a la dinámica político-electoral, pero en el marco de los Juegos Olímpicos de París, con la delegación guatemalteca haciendo un buen papel, se le dio un sentido de coherencia y cohesión a la opinión pública, donde la población con acceso a la información guardábamos el sueño de poder tener un papel destacado, cuando Ruano empezó cada vez más a avanzar. La sociedad detuvo sus actividades un instante para estar pendiente de los resultados y, cuando ganó, fue una euforia colectiva”, pondera.
“Seguimos siendo una sociedad que reconoce poco el rol protagónico que tienen las mujeres en todo ámbito, público y privado, y se le reduce a su papel reproductivo y de ama de casa. Pero Ruano es una profesional que, además, practica una disciplina deportiva con sus propios recursos económicos, por lo que es necesario que el Estado asigne apoyo financiero y técnico para descollar en el deporte”, destaca Rivera.
“Hay que aprovechar la figura de Ruano para estimular la participación de niñas y adolescentes que, principalmente, son dejadas fuera del sistema formal de educación, no solo en disciplinas deportivas, sino en todo lo que pueda contribuir al desarrollo de su personalidad en todo ámbito”, concluye el sociólogo.