“Un día lo dejé en la cama y cuando regresé estaba casi por caerse. Y a partir de ahí empecé a preguntarme '¿Qué tipo de bebé es éste?'”, recordó.
Con 12 años, Bolt era el niño más rápido de su escuela. “Siempre era el primero”, dijo.
Los padres de Bolt predicen que el velocista alcanzará nuevos laureles en Rio, donde busca repetir su trébol dorado de 2008 y 2012 con oro en los 100m, 200m y 4x100m.
“Está animado porque dijo que serían sus últimas Olimpíadas y quiere irse en la gloria, así que pueden esperar grandes cosas de él”, dijo su padre, Wellesley Bolt.
Por naturaleza
Consultados sobre cómo es que su hijo es capaz de realizar tales proezas tanto en atletismo como en el campo del entretenimiento, los Bolts son modestos sobre su influencia.
“Creo que es un talento natural”, dijo Jennifer Bolt, aunque sostuvo que una dieta rica en los famosos boniatos jamaiquinos no debe haberlo perjudicado.
“No sé si es un secreto, pero sé que son buenas”, dijo.
Pero “probablemente los movimientos de danza vienen de mí”, bromeó Wellesley Bolt.