En el caso del rea Blanca, que será activada el 24 y que cubre un radio de 100 kilómetros alrededor del Parque Olímpico, prevé el control y certificación de todas las aeronaves que entren en ese espacio, y prohíbe vuelos de entrenamiento, de instrucción y turísticos, además de la circulación de drones, parapentes o globos, entre otros.
En este radio entrarán las regiones ubicadas entre las ciudades de Angra dos Reis y Cabo Frío, así como parte del océano Atlántico y áreas en los límites del estado de Río de Janeiro con el de Minas Gerais.
El rea Amarilla, que será activada el 3 de agosto y tiene un radio de 27 kilómetros, sólo permite vuelos autorizados para el transporte de jefes de Estado y de Gobierno, delegaciones especiales y aeronaves comerciales.
Durante los Juegos Olímpicos, la FAB está preparada para autorizar el aterrizaje “a cada 20 minutos de hasta tres jefes de estado”, explicó el mayor José Euclides da Silva, oficial de la FAB, durante una presentación del plan de seguridad aérea a los medios.
El rea Roja, con un radio de 7,2 kilómetros y activada siempre que se estén realizando competiciones olímpicas, sólo permite el vuelo de aeronaves previamente autorizadas por el Centro de Operaciones de Defensa Aeroespacial (CODA), como aeronaves de seguridad pública, militares, de búsqueda y salvamento y ambulancias aéreas.
La región de Barra de Tijuca, en la que está ubicada la mayoría de las instalaciones olímpicas, será protegida las 24 horas debido a que alberga la Villa de los Atletas, donde se alojarán las delegaciones olímpicas.
En el caso de que alguna aeronave viole las áreas de restricción durante los Juegos, la FAB procedería a verificar el origen de dicha aeronave para después “intervenir”, “persuadir” y, en caso necesario, “destruir”.
La Fuerza Aérea Brasileña, que contará con cerca de 80 aeronaves, 15 mil militares y 30 atletas olímpicos, gestionará la “seguridad de los jefes de Estado, dignatarios y de la familia olímpica” que desembarquen en aeródromos bajo la seguridad de la FAB y la “seguridad de vías urbanas de acceso al aeropuerto Tom Jobim, a la base aérea y al Hospital de Galeao”, explicó Da Silva.
Como preparación para esta edición de los Juegos, las autoridades brasileñas se basaron en la realización de grandes eventos pasados, como los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004; los de Pekín en 2008; o los de Londres en 2012; entre otros.
El plan de restricciones aéreas, explicaron, será “el mismo” que se gestionó durante la celebración del Mundial de fútbol Brasil 2014.