URBANISMO Y SOCIEDAD
Antigua
A la señora Alcaldesa de Madrid, doña Ana Botella, y a sus asesores, se les olvidó que dentro de las ciudades que de veras son Capitales de la Cultura de América está Antigua Guatemala, que en 1543 fue diseñada para la Corona de su rey Felipe II por el ingeniero Juan Bautista Antonelli.
Esta ciudad representa un valor que pertenece a la humanidad, una ciudad que ha estado protegida legalmente y declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco desde 1979, incluyéndola en la lista de la Convención del Patrimonio Cultural Mundial, con el número 65. En 1773, la ciudad llegó a tener una población de 70 mil habitantes y centro político de la corona española en lo que hoy es Chiapas y Centroamérica. Junto con Nueva España —México— y Lima fue una de las ciudades más importantes del Nuevo Continente.
Antigua Guatemala cuenta con una serie de estudios que le han dado un marco protector a sus valores históricos, tales como su urbanismo y su traza reticular con plazas, calles, banquetas, iglesias, monasterios y obras de arte que muchas se llevaron a la Ciudad de Guatemala.
Es una ciudad enmarcada por un medioambiente natural exquisito con el Volcán de Agua y sus montañas. Así como su arquitectura residencial con sus patios de origen jónico asiático, un estilo que fue compartido por griegos y romanos. En el análisis de la vivienda antigüeña se ha demostrado cuán importante ha sido la fusión de esas culturas, como los factores climáticos y las razas, que han intervenido en la estructuración de su arquitectura por sus pobladores autóctonos. La romanización llevada a cabo en la península ibérica dejó raíces muy profundas en las casas de habitación y su urbanismo a través de sus 619 años de dominación, que posteriormente se fusionarían con las antigüeñas. Una población con características muy diferentes a las del resto del país, bautizada como los “Panza Verde” por comer mucho berro.
La Ciudad de Guatemala tiene un urbanismo perdido dentro de la anarquía y especulación de la tierra. Pues la conservación de ciudades sólo puede ser eficaz si se las integra en una política de desarrollo económico y social y toma en consideración el planeamiento territorial y urbano en todos sus niveles, algo que le falta a esta ciudad.
Antigua es mucho más importante por contar con valores a preservar como el carácter histórico de la ciudad y el conjunto y suma de sus elementos materiales y espirituales que determinan su imagen definida por su trama reticular, así como la relación entre los diversos espacios urbanos construidos, libres y verdes, la forma y el orden de sus edificios barrocos y sus volúmenes. La participación de sus habitantes debe de ser promovida bajo cualquier circunstancia, ya que son indispensables para llevar a cabo con éxito su conservación y la necesaria toma de conciencia para todas las generaciones. Por consiguiente, programas como el de la “Capital Iberoamericana de la Cultura” debería contener estos principios y aplicarlos en ciudades como Antigua Guatemala.