Encontrar los primeros rayos del sol es uno de los desafíos constantes a los que se enfrenta el experimentado réferi, que el viernes impartirá justicia por vigésima sexta ocasión en las clasificatorias mundialistas. Estará en el duelo entre México y Panamá.
Para Wálter López, el Mundial de Rusia 2018 cada día toma mayor fuerza. La suspensión por parte de la Fifa sobre el futbol local, desde el 28 de octubre del año pasado, es lo único que lo mantiene con incertidumbre, ya que aún no sabe si lo alejaría de su máximo anhelo.
“Estoy muy contento de arbitrar otra vez en la eliminatoria. Siempre es un honor estar en esas instancias. Cada vez nos acercamos más al objetivo principal que es el mundial”, explica Wálter López que este miércoles partió hacia México, acompañado de su hermano Gerson y de Hermenérito Leal, quienes serán sus asistentes para el juego en el Azteca.
“Esperemos en Dios que no nos afecte la suspensión. Confíamos en que la Fifa nos siga respaldando. Hay que trabajar fuerte, sin importar la situación en que estemos. Somos parte del proceso con opción para el Mundial hasta que se diga lo contrario”, agregó el portador del gafete Fifa desde hace 11 años.
Wálter López, quien el próximo 25 de septiembre cumplirá 37 años, se siente satisfecho con la labor que ha realizado en el plano internacional este año, principalmente en la Copa Oro —también estuvo en el Mundial Sub 20 de Corea del Sur—.
“Le agradezco a Dios por haber cerrado con la final ese torneo. Nos da un paso más para alcanzar la meta. Las evaluaciones han sido buenas. El nuevo nombramiento que nos dieron así lo demuestra”, agrega al tiempo que las gotas de sudor continúan recorriendo su rostro, después de haber culminado un exigente entrenamiento físico.
Arbitrarle a los mexicanos en el mítico estadio Azteca no asusta al silbante, al contrario, lo motiva para demostrar el talento que su padre Miguel Ángel le heredó a él y a tres de sus hermanos –Gerson, Éver y Bryan—.
“Tengo confianza. La polémica es normal, más en los duelos clasificatorios. Estoy tranquilo. Confío en Dios que vamos a hacer un gran partido con mi grupo de trabajo”, señala relajado mientras se recupera de la dura prueba física a la que fue sometido.
