Amante de la música “de todo tipo”, el exseleccionado de Honduras asegura que le gusta regalar sonrisas con el fin de intentar hacer feliz a los demás.
“Mi forma de ser se caracteriza por llevarme bien con todo mundo. Me gusta regalar un saludo y ser cordial. Aunque todos pasamos por malos momentos, la alegría no nos debe faltar nunca”, agregó el hondureño.
Tyson confiesa que su carácter no es fuerte, pero que a veces es necesario comportarse serio para imponer respeto.
“Hay que ser serio cuando la situación lo amerita, pero tampoco es para exaltarse ni mostrar violencia o actitud de gente mala”, dijo Núñez.
El hondureño recalcó que su papel de futbolista hace que se comporte como tal dentro del terreno de las acciones y que como cualquier otra persona también tiene derecho de salir a divertirse, sin caer en excesos.
“Todos tenemos derecho de salir a distraernos. Es una parte esencial de nuestras vidas. Antes salía más frecuentemente; ahora lo hago, pero con precaución. Me tomo un vinito. Creo que es válido, ya que también trabajo. Salir es además, una forma de sacarnos el estrés”, indicó.
NO AL REGUETÓN
Núñez confiesa que le gusta la música, pero no el reguetón. “Me gusta la música jamaiquina, en inglés y punta, porque me recuerda mis raíces. No me olvido de dónde vengo. El reguetón no me gusta”, expresó.
Tyson, el primero de ocho hermanos, confiesa que su familia es su principal motivación.
“Crecimos todos juntos y el amor familiar fue algo que se nos inculcó y que siempre ha estado presente”, refirió.
Adiós… todavía no
Algunos consideran que Núñez está en el ocaso de su carrera deportiva, a lo que el futbolista responde que el retiro todavía no pasa por su cabeza.
“¿Que si me gusta el futbol? No lo aprendí en el camino. Nací jugando futbol. Lo traigo en la sangre. Así que no será tan fácil dejar de practicarlo. Es un talento que Dios puso sobre mis pies y mi cabeza”, expuso el delantero sancarlista.
Al hablar de futbol, Tyson recordó su infancia en su natal Honduras. “Nací y crecí junto a mis hermanos en Sambo Creek, una aldea cercana a La Ceiba. El lugar es pintoresco y turístico. Lo extraño porque estaba próximo a la playa y por su gente tan cordial”, recordó el jugador.
Uno de los grandes vacíos que le quedan es no haber llegado a disputar un mundial de futbol. Asegura que aunque no pudo estar en el evento máximo, tampoco lo martiriza, pero sí le quedará esa ilusión.
“GUATE ES MI SEGUNDO PAÍS”
Tyson llegó a Guatemala en 1997 para jugar por primera vez, a Comunicaciones. Posteriormente también vistió la elástica de Deportivo Jalapa y más recientemente la camiseta de la Usac, su actual club.
Con el paso del tiempo el experimentado jugador se adaptó perfectamente a Guatemala y lo considera su segundo país.
“Aquí me abrieron las puertas al éxito y estoy muy agradecido con todas las personas que me han dado la mano. En todos
los clubes que he jugado me han apoyado. Eso se agradece. La verdad es que me convertí en un guatemalteco más”, resumió.
'Hombre historia y hombre leyenda', así lo llaman algunos de sus compañeros en el equipo sancarlista, algo que toma y acepta con una sonrisa.
“Creo que me llaman así por ser uno de los de mayor edad en el plantel, en la liga o qué sé yo, y por estar jugando futbol todavía. Está claro que uno a veces no mira los años. Quizá miden mis actitudes. Es lo que mis compañeros me ven y eso es importante”, indicó el obsesivo futbolista.
Sus rasgos físicos y parecidos al del exboxeador estadounidense de pesos completos Mike Tyson le valieron para que sus excompañeros del equipo hondureño Deportes Progreseño lo bautizaran como Tyson.
¿Dónde está su futuro? Esa es una de las grandes incógnitas que giran alrededor de Núñez.
“Hoy día no sé todavía qué haré”, responde. “Lo vengo pensando desde hace cuatro años. Tengo muchos proyectos. De repente llegará ese momento, quién sabe. A ver si no es este año o el otro. Después del futbol sigue futbol”, aseguró.