La Sele nunca le ha ganado en clasificatoria como visitante a los trinitarios. Contabiliza tres empates y tres derrotas, de ellas, una fue en Puerto España rumbo a Alemania 1974, el 10 de diciembre de 1973.
En sus últimas dos visitas registra un empate —6 de agosto del 2008— y una derrota —3 de septiembre del 2005—, que significó perder la clasificación hacia el Mundial de Alemania 2006.
#SeleMayor Llego el día, !!Vamos Guate!! #JuntosXElSueño vamos por esos 3 puntos en Puerto España. #VamosGuate pic.twitter.com/QVhkyRgz4G
— FEDEFUT GUATE (@fedefut_oficial) September 2, 2016
Trinidad y Tobago, evoca aquellos fantasmas que siempre saltan a la palestra cuando la Selección entra en acción.
Sin embargo, los futbolistas nacionales se aferran a esa esperanzadora victoria contra los norteamericanos, la primera después de 28 años, como su gran caballito de batalla.
Para muchos de los seleccionados nacionales, más para los referentes como Paulo César Motta, José Manuel Contreras, Jean Márquez, Marco Pappa y Carlos Ruiz, Rusia 2018 se asemeja a aquella mariposa que hipnotiza para seguirla, capturarla y contemplarla.
Esos líderes podrían tener hoy su última gran ocasión para hacer mundialista a la Azul y Blanco, que contra Trinidad y Tobago lucirá el elegante uniforme blanco.
Con ese color los trinitarios doblegaron a la Bicolor en la Copa Oro, del año pasado, por 3-1, en la era del timonel argentino Iván Franco Sopegno, uno de los grandes culpables por los cuales la Sele está contra las cuerdas.
Bajo su gestión, en la primera fecha del grupo C, el 13 de noviembre del 2015, Trinidad silenció el entonces estadio Mateo Flores, con su triunfo 1-2, complicando el camino.
La alineación está definida. No hay nada más por esconder. Las cartas están sobre la mesa. El único camino que conduce al éxito a la Bicolor es la victoria.