El juego fue un verdadero monólogo a favor de las estadounidenses. Tan solo al minuto seis, Tobin Heath anotó el primer gol a favor de las norteamericanas.
Pese a ser más que las nacionales, las futbolistas norteamericanas pecaron en la definición y se marcharon al descanso con la mínima ventaja.
Para el segundo tiempo la mística del juego no cambió mucho, solo en un aspecto: la contundencia de Estados Unidos.
Al 47, Carli Lloyd colocó el segundo tanto. Diez minutos más tarde, Tobin Heath aumentó la cuenta. El 4-0 lo decretaría tan solo un minuto después Whitney Engen, y el quinto llegaría al 66, por medio de Megan Rapinoe, para maquillar la triste goleada en contra de las nacionales.