Bini sabe muy bien lo que es sufrir con los rojos, lo vivió como jugador en esas historias inolvidables como cuando Municipal disputó aquella final del Reordenamiento 2001 frente a Cobán Imperial que llegaron a la final de vuelta con el marcador en contra 0-3, pero que en el Mateo Flores definieron el título.
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“Así es Municipal siempre se sufre para ser feliz”, dice el argentino, mientras espera que llegue su esposa por él para viajar a la playa, en donde buscará frente al mar esa tranquilidad que le costó encontrar en la banca roja, pero que ahora son anécdotas que le servirán para enfrentar el Clausura 2020.
Partidos clave
El técnico rojo reconoce que fue una sorpresa que lo confirmaran como el entrenador tras la salida de Horacio Cordero en el arranque del torneo.
Sus dos pruebas eran la visita a Xelajú —2-2— y el Clásico 307. El primero lo empató y el segundo lo ganó. De esas dos presentaciones sabía que se definiría su futuro el que lo tiene ahora como el técnico campeón.
Durante los 26 partidos que jugaron los rojos Bini confiesa que hubo cuatro que le confirmaron que podría pelear el campeonato, porque además confiaba en sus jugadores y sabía que podría salir adelante a pesar de todas las adversidades que les tocó enfrentar.
El triunfo 1-0 en el primer Clásico del torneo, las victorias en casa frente a Xelajú —varias bajas por lesión—, Sanarate y Guastatoya.
“A veces me dicen: ‘cómo no te volvés loco con tanta lesión’, pero siempre digo que hay que aprender a enfrentar lo que viene. Sino hay un jugador hay que pensar en otro, así nos toca ir jornada a jornada”, comenta el argentino.
El momento más duro
Ya clasificado a la fase final Bini dice que el momento más complicado fue cuando expulsaron al portero Nicholas Hagen en el Clásico 310, y que vivió un momento lleno de angustia porque podrían haber quedado fuera de la final.
Le tocó ingresa al juvenil Alessandro Navarro con 17 años, de quien confía mucho y quien debió defender la portería en la final de ida contra los panzaverde. “Salimos sin gol de Antigua. Fue de esos partidos tácticos perfectos”, reconoce.
En el Doroteo confiesa que sufrió de nuevo, como en muchos capítulos del Apertura 2019. “Sentía como que los fantasmas regresaban, pero era nuestra batalla y la teníamos que ganar”, dice ahora más tranquilo y no es para menos ya puede celebrar con la copa 31.
El argentino, así como algunos de sus jugadores, han sido duramente criticados porque fallaron en algunos momentos, pero eso dice que es parte del futbol y que lo más importante es que ellos en la intimidad del equipo saben lo que valen y lo que pueden dar.
“La crítica es parte del juego y sé lo que valen mis futbolistas”, asegura el entrenador, quien se reencontrará con el equipo el seis de enero para empezar un buen trabajo físico para el nuevo torneo, que sin duda será otra gran prueba, pero tiene claro que esa combinación de jóvenes y experiencia será de éxito para las siguientes temporadas.
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