Acompañado de su principal fortaleza y motivación: su familia, con un nudo en la garganta y con lágrimas en los ojos dio a conocer a los medios de comunicación la noticia, agradeciendo especialmente a Dios por la oportunidad de desarrollarse en la profesión de sus amores.
La Chula recordó los momentos de su llegada a Guatemala en 1996 y como aprendió a amar la camisola blanca, por la que admitió daría hasta su vida.
Las redes sociales fueron testigos de los miles de mensajes que enviaron los aficionados a la Chula quien se tomó el tiempo para leer cada uno de ellos.
Revive los momentos de la despedida del eterno capitán de los albos.