“Algunos medios locales y aficionados dicen que soy el ídolo de Barranca. En lo personal no me gusta que me pongan ese título. Simplemente soy un trabajador más que se esfuerza para dar lo mejor”, expresó Jerez en su reciente visita a Guatemala.
Un permiso especial de su equipo y la operación de su hijo de cuatro meses —Franco Emiliano— le permitieron al portero aprovechar la corta estadía para disfrutar con sus padres.
En el último encuentro del torneo colombiano contra Santa Fe, el nacional cumplió 175 partidos con la camiseta del equipo petrolero.
“Es una buena cantidad de juegos. Se oye fácil, pero no lo es. Gracias a Dios tengo contrato hasta diciembre del 2018 en un equipo en el que me ha ido bastante bien”, aseguró el guardameta.
Se consolida
El próximo 7 de julio arranca el campeonato de la máxima categoría en Colombia y una de las metas de Jerez es lograr la clasificación a la siguiente Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
“Llevo nueve campeonatos. Es nuestro quinto año en la primera división de Colombia. La institución está creciendo y me siento muy contento de ser parte de ella”, aseguró.
Alianza Petrolera le ha dado mucha estabilidad y tranquilidad a él y a su familia.
“Estoy disfrutando mi vida en Colombia y en el equipo. Estoy muy agradecido con esta oportunidad que Dios me ha dado”, recalcó.
Su amor por el equipo hacen que Jerez se entregue al máximo y luche por más objetivos cada día.
“Alianza Petrolera significa mucho para mí. Soy su hincha número uno”, dijo.
El portero guatemalteco ha establecido su vida en Barrancabermeja, una calurosa ciudad donde vive junto a su esposa, Ana Lucía Palacios, y sus dos hijos: Leandro Fabián, de tres años, y Franco Emiliano, de cuatro meses.
“La ciudad, el equipo y la afición me tienen mucho cariño. Me hacen sentir como un personaje importante. Es algo muy lindo, pero a la vez es también una gran responsabilidad”, enfatizó.