Aun jugando así, inmerso en una especie de catenaccio improvisado y aburrido, los escarlatas tendrán todo a su favor, el sábado, en el estadio Doroteo Guamuch Flores, para coronarse frente a su afición, que no está conforme con su estilo de juego.
El gran pecado de los pechoamarillo estuvo en su incapacidad para darle la estocada final a una escuadra roja que durante casi todo el partido lució acorralada, sin ambición y con el claro objetivo de cuidar el cero en la portería de Nicholas Hagen.
Ángel Rodríguez, el arma goleadora de los orientales, no se encontró con la red rival y fue presa de la carnicería roja, que encabezaron las torres Jefrey Payeras y el hondureño Denniss López.
Un remate al poste, al minuto 86, del defensor local Carlos Gallardo estuvo cerca de premiar el ambicioso juego del conjunto de Amarini Villatoro, quien caminó sin sosiego en su banca, lamentándose por la falta de puntería y de suerte.
Los aplausos de los seguidores pechoamarillo al final del duelo hacia sus jugadores, principalmente a los mediocampistas Gerardo Arias y Kevin Norales, en señal de reconocimiento a su faena, fue el consuelo de los orientales, que para conseguir su primera corona deberán ganar en la final de vuelta –no vale el gol de visita ni la posición de la tabla-.
Si juegan como ayer, es muy seguro que la consigan, aunque Municipal está obligado a proponer en el estadio Doroteo Guamuch, para dejar en el olvido una sequía maliciosa que le hace preponderar el resultado al espectáculo.