En el torneo Clausura 2017 tuvo una oportunidad dorada, después de una lesión de rodilla de Paulo Cesar Motta y desde esa ocasión se empezó a forjar la historia del joven de 21 años de edad.
Desde niño, Hagen prefirió el futbol. Su ímpetu por esa disciplina provocó que varias ventanas de su casa se quedaran con los vidrios rotos, pero a pesar de ello siempre contó con la ayuda de sus padres para cumplir uno de sus objetivos que era llegar al futbol profesional.
“Creo que he ganado mucha madurez y experiencia y lo veo como algo muy importante. También he tenido el ritmo de juego y eso es bueno además de convivir con un grupo que tiene un gran ambiente”, señaló el guardameta escarlata.
Lo disfruta
A esta altura de su vida, cada minuto en el campo es un momento de éxtasis que disfruta al máxima y más si es un clásico como el 299 en el que tuvo una actuación fundamental para que el equipo carmesí no fuera derrotado.
“Es emocionante jugar un clásico. Se vive a muerte y se suda la camisola porque se debe demostrar porque está uno en esta institución. Pero ya le dimos la vuelta a la página y pensamos en el siguiente partido”, señaló Hagen.
En guardameta apareció en la nómina del equipo mayor escarlata en el Apertura 2015, pero fue hasta el torneo pasado que logró tomar la titularidad, antes había tenido una esporádica participación.
Actualmente ha recibido cuatro goles en cuatro goles en cuatro jornadas para un promedio de un gol por compromiso.
“Estamos tratando de tener mucha comunicación y no repetir algunos errores que se han cometido pero partido a partido se van corrigiendo y pronto ya no cometeremos más fallas”, agregó el portero rojo.