“En las finales le doy mucho más amor y lo consiento en todo, de vez en cuando con un dulcecito. Le recuerdo que tiene que estar tranquilo, que de la mano de Dios vamos a conseguir la victoria”, asegura Ángela.
El “10” jutiapaneco de 31 años, jugó mil 703 minutos en la fase de clasificación y anotó un gol, aunque su peso en el mediocampo antigüeño es indiscutible.
“Siempre le digo que Dios lo bendiga y que los ángeles lo protejan. En la cancha, a dejarlo todo, que él es nuestro orgullo y motivación”, asegura Ángela Ospina.
Apoyo familiar
Del otro lado de la cancha, estará Hamilton López, ese defensa escarlata que aparece de manera inesperada, cuando su equipo más lo necesita.
El caudillo rojo marcó un gol ante Petapa en la semifinal de ida, en el Doroteo Guamuch Flores, y además, festejó en la llave de acceso a semifinales frente a Guastatoya.
“Yo le digo que los planes de Dios son perfectos y todo pasa en su tiempo. En la casa lo tratamos de consentir todos (con sus tres hijos) y le damos palabras de aliento. Hace unas semanas uno de mis hijos le regaló un trofeo y le dijo que sin importar el resultado, él ya era nuestro campeón”, cuenta Lourdes de López, esposa de Hamilton.
Municipal y Antigua GFC este domingo el partido de vuelta de la final del Apertura 2017, en el estadio Pensativo, a las 11:30 horas.