Mario trata de olvidar ese capítulo que le cambió la vida por completo, y ayer, cuando entró en el Proyecto Goal, caminaba con su mochila de implementos, un jugo de naranja en la mano y una sonrisa, ya que tiene la ilusión de estar en la sub 17.
“Desde antes de lo que pasó y después he seguido convocado, estoy contento porque nos estamos preparando para las eliminatorias”, dijo.
Aunque en la capital está tranquilo, no pasa lo mismo en su natal Quetzaltenango, donde todos los días soporta los insultos.
“Muchos se me quedan viendo y me amenazan, me dicen güiro h… y cosas así. Es difícil seguir viviendo en Quetzaltenango y estamos viendo la posibilidad de venirnos a la capital con mi familia, para dejar todo atrás”, afirmó Rodas.
“No me siento a gusto en Xela, me duele porque la gente sabe que soy de Quetzaltenango y no me apoyan, prefieren apoyar a los extranjeros”, explicó.
El juvenil contó que perdió muchas amistades y todos los lazos con el club, que tardó cuatro meses en darle sus papeles.
“El equipo se quería negar a darme mi papelería, por derechos de formación, aunque no me daba ni un par de correas, pero al final me la dieron”, expresó.
De momento se entrena con la Asofutbol de Xela, pero buscará un nuevo club, para seguir su futuro en el deporte. “El futbol es mi vida, es todo lo que quiero”, dijo.
Rodas fue agredido
Los jugadores Israel Silva, Sergio Morales, Milton Leal, Juliano Rangel, José Mendoza, Kevin Arriola, Édgar Chinchilla y Julio Estacuy fueron acusados de haber agredido a Rodas cuando le dieron un “bautizo” por haber llegado al equipo mayor.
Los jugadores fueron arraigados y ligados a proceso. Asistieron a charlas de derechos humanos y el proceso legal continúa.