Oriundos de Quetzaltenango y de ascendencia brasileña, por su padre, tienen la oportunidad de compartir equipo por cuarta ocasión.
Desde muy pequeños se dedicaron al futbol. Aunque parte de su formación la tuvieron en el Xelajú MC, el balompié los vio debutar en distintos equipos.
Paulo, de 29 años, comenzó su carrera profesional en Xelajú MC, luego jugó en Aurora y Coatepeque, en los que fue entrenado por su padre.
Carlos se inició en Suchi, equipo al que posteriormente se unió su hermano para jugar por primera vez juntos.
En el 2015, ambos regresaron para destacar en la que fuera su casa de formación, Xelajú MC.
Con los chivos estuvieron una temporada y luego se marcharon a los toros de Malacateco, del 2016 hasta el torneo anterior.
Esta nueva temporada comienzan juntos un nuevo reto en Rosario FC.
“Gracias a Dios, tenemos una nueva oportunidad de compartir equipo. Son cosas del destino. Jamás uno ha interferido para la contratación del otro”, explicó Carlos, de 26 años.
Para Paulo es una buena oportunidad de ayudar a un club de la ciudad donde nacieron.
“Tenemos el compromiso de siempre. Buscaremos ascender a Rosario a FC a la Liga Nacional”, agregó el mayor de los hermanos.