Juan Carlos Ríos, presidente del Comité de Regularización de la Fifa, explicó en esa ocasión que cualquier desobediencia o injerencia en el futbol guatemalteco, la Fifa podrá volver a suspender inmediatamente al futbol.
“Muchas gracias a toda la afición que lo sufrió y que esperaba ver de regreso a la Selección. Que Dios bendiga al futbol de Guatemala”, indicó Ríos, quien recordó que en 13 días lograron el objetivo de volver a la actividad. “Esto demuestra que la Fifa confía en este Comité”, resaltó el presidente.
Guatemala puede participar nuevamente a escala internacional y es reconocida por la Fifa. A pesar del daño ya hecho por el tiempo en el que el balompié nacional estuvo en pausa, este es un paso importante en el camino para rescatar el deporte más popular en el país.
En octubre del 2016 comenzó todo, cuando la Asamblea del Futbol Nacional no aprobó la ampliación del mandato del Comité de Regularización impuesto por Fifa, tras el escándalo de corrupción (Fifa Gate), en el que estuvo involucrado Brayan Jiménez, expresidente del Comité Ejecutivo de la Fedefut y Héctor Trujillo, exmagistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC). Jiménez espera condena por corrupción y Trujillo cumple su sentencia, ambos en Nueva York.
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Ese fue el comienzo de un camino lleno de obstáculos políticos y de intereses personales, que únicamente dañaron al futbol nacional y que representa años de retraso.
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Aunque la Bicolor no participaría en ningún torneo oficial de manera inmediata, sí puede jugar partidos amistosos y quedará a la espera del análisis de la Concacaf y la Uncaf.
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El último partido que jugó la Selección Nacional de Guatemala, fue el 6 de septiembre del 2016, cuando la Azul y Blanco se impuso 9-3, a San Vicente y las Granadinas, en el Doroteo Guamuch Flores. Esa noche, también fue la despedida del goleador histórico, Carlos “el Pescado” Ruiz.
