Ramírez, Flores y Gustavo Cabrera fueron señalados de arreglo de partidos por los testimonios de algunos futbolistas integrantes de la Selección Nacional, por lo que fueron suspendidos de toda actividad futbolística en cualquier liga profesional.
El Ministerio Público (MP) no encontró ningún indicio que los implicara en lavado de dinero (en Guatemala no está tipificado el arreglo de partidos como delito) y el Tribunal de Honor de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) les había quitado la sanción interpuesta por la Fedefut. Sin embargo, de acuerdo a los estatus de la Fifa estos debían ser juzgados por lo que rige el máximo ente del futbol mundial.
El 10 de marzo del 2014, los tres exjugadores ratificaron la denuncia en contra de la Fedefut y de los integrantes del comité ejecutivo, en la fiscalía de Delitos Administrativos, ya que según Ramírez, Flores y Cabrera se nota una doble persecución contra ellos y falsedad.
Están a la espera
Hasta el momento el caso continúa abierto y según el abogado de los tres jugadores, Gustavo Juárez, siguen a la espera de que se conozca la denuncia interpuesta en el 2012. Este podría ser el momento para que los tres futbolistas se enfrenten, en los tribunales, a Jiménez quien deberá también aclarar su situación por corrupción y sobornos, ante la fiscalía estadounidense quien lo señala de haber recibido unos US$300 mil.