“Un amigo alemán, quien vive en Erfurt sabía que después de unos años de descanso quería volver a jugar en un club de futbol y no solo por diversión”, comentó la futbolista nacional sobre su vinculación con el FFV Erfurt en una entrevista que le hizo el diario alemán Thünringer Allgemeine.
La atacante explica en la entrevista que comenzó a jugar futbol desde los cuatro años y su pasión por el balompié la ha llevado lejos, incluso a jugar con la Azul y Blanco, con la que ganó la medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos de 2013 en Costa Rica.
La pasión por el futbol es de familia, su padre era entrenador y su hermana mayor también practicó el balompié.
Además, la joven de 26 años planea quedarse a vivir en Alemania donde le gustaría trabajar en algo donde pueda combinar sus estudios en Comunicación con el futbol femenino.
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Kimberly también habló sobre Guatemala e invitó a los alemanes para que visiten nuestro país.
“Es un país fantástico, cultural y culinario. Estoy allí una vez al año. La historia, las ruinas y los pueblos indígenas, vale la pena verlos”, señaló la futbolista en el cierre de la entrevista.
Orgulloso
Hablamos con el padre de Kimberly, Raúl Albeño, quien vive en Los Ángeles, California, Estados Unidos.
Don Raúl asegura que se siente muy orgulloso ya que jugar en Alemania le permitirá crecer a su hija.
“Desde muy pequeña siempre ha mostrado dedicación y disciplina, jugando en los mejores clubes del sur de California”, comentó y agregó que la joven fue seleccionada para participar en el Programa de Desarrollo Olímpico de EE.UU.
A nivel universitario estuvo en la Universidad de Lamar, Texas y luego se trasladó al viejo continente.
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