“Cuando regreso a mi casa después de los entrenamientos llego a jugar con mi hijo”, cuenta. “Vivo en Llano Largo y salgo de mi casa a las 4:30 horas cuando voy a entrenar. Ando en bus. A veces algunos compañeros me dan jalón o si no, me regreso en transmetro”, asegura.
“Es una responsabilidad muy grande la que tengo. Ser padre de familia es una bendición, no lo veo como un problema”, añade el chico de la aldea Aguas Calientes, San Antonio La Paz, El Progreso.
El objetivo de Méndez en este torneo con Municipal es “ser campeón”. “Estamos jugando bien y ganando. Hay que mantener el ritmo y ser contundentes”, asegura Méndez.