Silva regresó al futbol guatemalteco en enero de este año para unirse al equipo quetzalteco de la liga de ascenso tras jugar dos años en Honduras con los equipos Motagua y Marathón. El máximo artillero de Xelajú llegó con el claro objetivo de ascender a Rosario sin embargo una grave lesión lo marginó de la actividad competitiva.
En la campaña de debut Silva había comenzado de buena manera el torneo, en tres partidos con la máquina llevada dos goles y tres asistencias, sin embargo en el partido frente a La Nueva Concepción se fracturó la tibia y peroné que inicialmente lo iba a marginar un año de las canchas.
“Fue un duro golpe para mí pero soy una persona muy creyente en Dios y sabía que iba a estar de regreso”, expresó el futbolista de 36 años.
Tras la fractura los pronósticos de tiempo eran poco alentadores sin embargo la recuperación se cumplió cuatro meses antes de lo esperado.
“Ellos (los médicos) están sorprendidos, no tengo molestia, la recuperación fue bastante buena estoy al cien por ciento, los estudios que me hicieron dicen que el hueso está pegado bien, lo que me falta es la actividad deportiva. Mucha gente piensa que con esa lesión Israel se acabó pero no es así, fue un milagro porque tuve una fractura mulifragmentaria y estoy seguro que el siguiente año será mejor para mí” expresó Silva.
El futbolista cree que una de las claves para su pronto regreso es la disciplina y profesionalismo que tiene dentro y fuera de las canchas, el jugador contó que a las dos semanas de su operación ya se estaba ejercitando para volver lo más pronto posible. “Invierto mucho en mí, cuido mi alimentación, en vitaminas, soy de las personas que llega antes para hacer un poco de pesas y soy el último que me voy de los entrenos. Físicamente estoy bien Sabemos que me falta ritmo, es mentira que luego de 9 meses parados venga uno y ya esté listo al cien por ciento, no es así” aseguró el jugador.
Nuevos proyectos
El objetivo del brasileño es regresar a la máxima categoría del balompié guatemalteco. Silva reconoció que ya tuvo acercamientos para hacer la pretemporada con Xelajú pero argumentó que es sin ningún compromiso de ambas partes.
“Quiero trabajar con un equipo porque no es lo mismo que entrenar solo, esto mientras veo para a dónde me voy. En Xela es complicado porque tienen a sus cuatro extranjeros y hay contratos vigentes”, reconoció el futbolista quien también aceptó que podría haber alguna posibilidad de jugar con Deportivo Marquense donde está como entrenador Gabriel Castillo quien fue el que lo trajo a Rosario.
“Todavía tengo mucho futbol, físicamente estoy bien para unos tres años más. Estoy haciendo un esfuerzo y trabajando duro. Siempre cuando me ha tocado lesionarme fuerte al año siguiente me han venido cosas muy buenas, entonces tengo fe en Dios que vendrá al bueno para mí”, enfatizó el futbolista quien dijo que viajará a Honduras, de donde es su esposa, para tener un descanso activo y luego regresar a Quetzaltenango para empezar su plan de entrenamiento con la mira puesta en su retorno a la Liga Nacional.