Mientras que los jugadores de Municipal se fueron de inmediato a los camerinos, Guastatoya hizo suya la gramilla del estadio y se paseó con una gran sonrisa en el rostro.
Uno a uno el plantel se fotografió con la copa de campeón, al mismo tiempo de comunicarse con sus familiares que vieron el juego en la televisión, debido a que los partidos se jugaron a puerta cerrada.
La fiesta de Guasta continuará de regreso a casa, donde se espera una gran caravana donde los aficionados acompañarán al equipo y otro buen número los esperara para festejar.