“En Colombia el futbol es muy bonito, pero también la noche es muy alegre. Tuve una edad en donde todo era fiesta. Me dejé llevar por la inmadurez y no pensé a largo plazo. Cuando caí en la lesión —2012-2013— me di cuenta de que no tenía nada y que las personas con las que salía a rumbear solo servían para eso, y eso me dañó mucho”, afirmó Galindo.
A sus 24 años, el jugador guatemalteco nacionalizado colombiano ya sabe escuchar consejos de la gente que lo rodea y espera forjar su futuro en bienes raíces, después de su carrera futbolística. Uno de sus mejores consejeros y amigos es su compañero de equipo el delantero mexicano Agustín Herrera, quien se caracteriza por su vida cristiana.
Alejandro Galindo, futbolista de Antigua GFC
“Ahora tengo personas muy buenas que me rodean, que me aconsejan, que me han dado varias opciones de trabajar y hacer las cosas. Lo que mejor puedo hacer es dedicarme a lo de bienes raíces. Tengo varios amigos en eso y es donde me puedo mover”, expresó el jugador.
Fortaleza
Uno de los aspectos que lo hicieron crecer mentalmente y futbolísticamente fue la lesión de rodilla el entre el 2012 y 2013. Eso ha quedado en el olvido, pero no el aprendizaje que le dejó casi fuera del deporte.
“La lesión fue algo que me quitó mucho futbol y el nivel que traía; por un momento pensé en dejar el futbol. Pero ahora ya me acostumbre al dolorcito que queda por esos goles. Además, eso me enseñó a ser fuerte, consciente y profesional en mi trabajo y a salir adelante”, externó.
Después de lo vivido, el volante panzaverde vive y entrega todo en cada partido y entrena como si fuera el último de su vida.
Galindo inició su carrera futbolística en Colombia, con el Atlético Juvenil. Posteriormente pasó al Santa Fe de Bogotá. En el 2013 se vinculó con Municipal después de tener una buena participación con la Selección de Guatemala. Una lesión de rodilla lo dejó al margen del equipo rojo y fue contratado por Antigua GFC casi al final de su larga recuperación e inactividad del futbol. Fue uno de los momentos más duros de su carrera, porque se quedó sin trabajo.