Hernández indica que tiene unos 30 años de apoyar al Cobán Imperial, “siempre va a ser mi Cobán Imperial”, indica con orgullo. Al preguntarle sobre alguna anécdota, recuerda una triste, cuando jugó Cobán Imperial con los Cremas y hubo varios muertos, en donde toda la afición tuvo que salir huyendo del estadio, fue como en el año 1982, indica, es un recuerdo anti deportivo que quedo marcado en muchos aficionados, comenta.
A pesar de ese mal momento, a Hernández siempre se le mira en la tribuna desde donde observa los encuentros, “ya los años pasan y prefiero verlos desde la tribuna para estar más cómoda, acompañada de mi hija Noelia y mi nieta Juliana”, da a conocer. La tradición del futbol va de generación en generación, indica que su hijo e hija han jugado en equipos de fútbol, y que actualmente tiene un nieto que le fascina este deporte, lo que la tiene contenta.
Con respecto al actual momento del Cobán Imperial, indica que, “no estoy muy convencida, a veces juegan bien y en otras los jugadores no ponen de su parte, con los descansos que han habido bajan de ritmo, a ver qué tal nos va el domingo contra Carchá”, expresó.
Tradición de familia
La familia Reyes Laparra es reconocida por su apoyo incondicional a los príncipes azules, todos los domingos desde muy temprano se observa el nombre de Cobán Imperial y su rival en el marcador, ellos son los responsables de colocarlo para toda la afición que llega al recinto ecológico.
Dany Reyes Laparra indicó que su papá Tito Reyes (qepd), desde que estaba en el colegio lo llevaba al estadio, ya que, por un tiempo fue presidente de la Asociación de Fútbol y los hermanos tenían que llegar al estadio, desde las 6:00 de la mañana, a encalar el campo de juego, para inculcarles que debían trabajar y colaborar con el equipo, “luego mi padre con apoyo de otra persona consiguieron el primer marcador, desde esa fecha las letras se quedaron con nosotros, han pasado diferentes directivas y nunca nos han pedido el marcador, tal vez porque nunca les hemos fallado, en las buena y las malas, en partidos amistosos, allí estamos”, indica.
La familia está integrada por once hermanos, además de los hijos y sobrinos, por lo que siempre hay alguien que se encargue del marcador, llevando consigo los dos nombres de los equipos, y dos juegos de números del cero al nueve. Dany recuerda que estando en el estadio de Antigua, los encargados del marcador comenzaron a colocar las letras en el orden incorrecto, quedando al revés el nombre, los cobaneros que se encontraban en el lugar voltearon a ver a los integrantes de la familia y les comenzaron a gritar, “vayan a enseñarles como se pone el marcador”, esto ocasionó risas pero al mismo tiempo les agradó el gesto de reconocer que ellos han hecho bien su trabajo durante todos estos años, comentó.
Por último, Reyes Laparra, aseguró que mientras se los permitan estarán bajo el agua, Sol, y cualquier condición, en el estadio Verapaz, “nunca le hemos fallado al Cobán, siempre estaremos anuente si nos lo piden, es el equipo de nuestros amores, es el único equipo que me puede sacar de onda, con enojos, alegrías y tristezas, solo por el Cobán Imperial, muchos han perdido la identidad y le van a equipos del extranjero, que están muy lejos, y no tiene que ser así”, indicó.
Pero, antes de que se formara el Cobán Imperial, el representativo de Alta Verapaz se llamaba Imperial, que era el que contaba con mayor fama de 1930 a 1936, surgiendo de la unión de jugadores de Lempira y Atenas. Luego, en 1944, comenzó el Juventud Imperial formado por José Ángel Rossi, y aproximadamente en 1962 apareció el Cobán Imperial, recuerda Horacio Fernández Paz, más conocido como don Lacho Fernández, quien indica que su padre era el presidente del Imperial y en su casa se realizaban las reuniones.
Incluso, su señor padre fue el que tuvo la idea de construir el estadio Verapaz, “yo iba a dejarle la refacción a mi papa al estadio, de él fue la idea de construirlo y comenzó a hacerlo con sus propios recursos, pero luego, el jefe político de esa época le gustó la idea y se le presentó un plano, por parte de Humberto Paz, conformándose un comité, en donde mi padre fue el presidente dela directiva, inaugurándose el recinto deportivo en 1936”, recuerda.
“Siempre he seguido de cerca del equipo Cobán Imperial, antes que se estableciera fui jugador fundador en 1944 del Juventud Imperial. Y muncho antes mascota del Imperial. Por lo que hay siempre un vínculo con el equipo, ahora que soy aficionado”, indica.
Con respecto a la afición azul, Horacio Fernández, indica que lastimosamente muchos aficionados son resultadistas, pero que, a pesar de eso siempre hay aficionados en Cobán, que lo apoyan, solo es que los directivos sepan convocarlos y motivarlos, para evitar que exista apatía de asistir al estadio.
“La afición del Cobán es resultadista, si el equipo anda mal no llega, pero si va bien allí está presente, lo que hace falta es impulsar e incentivar a los aficionados que están en el área rural, porque a veces no se enteran cuando juega el equipo, antes las radios eran más activas, ahora no se escucha mucho el fútbol en ese medio de comunicación, se debe mantener vivo el fútbol cobanero”, manifestó.
Además, dijo que quiere ver nuevamente campeón al Cobán Imperial, y que puede ser muy pronto, “el Cobán Imperial ya tomó forma, juegan en conjunto, se ve a lo que están jugando, rápido y con toque, no a lo loco, ha tenido sus traspiés pero estamos bien y a un paso de clasificar, esta vez tal vez no sea protagonista pero creo que en el próximo torneo puede ser un equipo que pueda campeonizar”.