“No entiendo el motivo del cambio. Antes todo era más tranquilo, existía más lealtad entre los futbolistas. Lo que ahora es totalmente opuesto. Tiene que haber una campaña muy grande para quitar esa mala intención con la que se juega, para lo cual la Federación y los árbitros son fundamentales. Antes de ocuparse en los técnicos para ver si dicen una palabra de más, deberían enfocarse en lo que pasa dentro del campo”, admite el exfutbolista de Independiente de Argentina.
“Entiendo que los árbitros se puedan equivocar, pero deben comenzar a juzgar el juego brusco grave. Por ejemplo, la plancha atroz que le propinaron a Ciani, en Petapa —en la fecha once—, era una clara tarjeta roja. No puede ser que en ese juego se hayan mostrado 16 cartulinas amarillas y ninguna roja”, resaltó.
Sereno, tranquilo y analítico, como suele ser fuera del terreno de juego, Trossero explicó que si bien el futbol es de contacto y viril, la mala intención es la que no debe de predominar.
“No estoy llorando, al contrario, estoy alertando de que el futbol de Guatemala está rozando con la mala intención y eso debe de eliminarse”, agregó.
El argentino reconoció que pese a ese problema, el nivel de competitividad del futbol guatemalteco ha ido en ascenso, principalmente en los equipos departamentales.
“La mala intención con la que algunos futbolistas están jugando no tiene nada que ver con el buen nivel del certamen. Equipos como Marquense y Guastatoya juegan muy bien y te salen a proponer. Otros como Malacateco defienden bien. Cada uno ya busca una mística de juego, intentando alcanzar a Comunicaciones, que se ha despegado de una manera muy grande del resto de clubes”, afirmó el sudamericano.
El técnico añadió que el éxito de los departamentales se debe a que han utilizado juveniles.