Estas declaraciones confirman que hubo momentos de tensión en el vestuario el pasado domingo, cuando los dos latinoamericanos mantuvieron una disputa en pleno terreno de juego en la vitoria ante el Lyon (2-0) para decidir quién lanzaba un penalti en el 79.
El diario “L'Équipe” aseguró que la crispación fue tan tal que Cavani y Neymar casi llegaron a las manos, extremo que Emery no confirmó.
“Son dos jugadores muy competitivos, que quieren lo mejor para el equipo, perímetro, y luego, lógicamente, también tienen unos objetivos individuales. Hay una buena relación dentro del grupo”, comentó el entrenador vasco.
El motivo de la disputa sobre quién lanza los castigos máximos, ya fue tratado individualmente con ellos, contó Emery, aunque declinó desvelar el orden de preferencia.
“Primero, se lo diré a los jugadores y, luego, a todo el equipo, por eso vamos a esperar hasta el sábado (al partido de Liga ante el Montpellier”, dijo en rueda de prensa Emery.
“Los dos jugadores que son los lanzadores son Cavani y Neymar, porque ellos son capaces y pueden asumir esa responsabilidad”, abundó.
El entrenador del PSG se felicitó de la cena de confraternización que organizó anoche el brasileño Dani Alves, a la que asistieron los dos futbolistas de la polémica, y negó que haya un “clan brasileño” en el vestuario que perturbe su funcionamiento.
“El ambiente del vestuario es bueno, hablan todos entre ellos (…) Si uno es brasileño, argentino, uruguayo, francés o español… el fútbol hoy es más abierto”, expuso el técnico, quien evocó que el criterio principal es la calidad del futbolista y su capacidad para jugar en equipo, no la nacionalidad.
Emery también halagó las prestaciones del joven argentino Giovani Lo Celso (ex Rosario) y del lateral español Yuri Berchiche (ex Real Sociedad), dos recientes incorporaciones.