La jueza federal de Brooklyn, Pamela Chen, quien ya sentenció al exsecretario de la Fedefut, Héctor Trujillo, es la que lleva el megacaso que golpeó a todo el deporte rey.
Brayan Jiménez fue acusado de haber negociado y lavado unos US$400 mil en sobornos para él, para el exmagistrado Trujillo y para Rafael Salguero, que también fue dirigente de la Fedefut y de la Fifa.
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La fiscalía ha explicado que las coimas que recibió esa cúpula dirigencial fueron a cambio de la concesión de derechos de transmisión y comercialización de partidos de la Selección Nacional clasificatorios a los mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022.
El caso Jiménez
En diciembre del 2015, un juez en Guatemala ordenó capturar a Brayan Jiménez, luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo acusara de los delitos de criminalidad organizada y lavado de dinero, por su participación en el caso de corrupción de Fifa Gate.
El 12 de enero del 2016 fue capturado por las autoridades locales y luego fue reclamado por la justicia estadounidense.
Ante una corte federal, Jiménez se declaró culpable de haber conspirado para cometer los delitos de fraude electrónico y se comprometió a pagar una multa de US$350 mil.
A partir de su captura, el futbol guatemalteco entró en una severa crisis, de la que aún no puede salir, debido a la suspensión que la Fifa le colocó desde el 28 de octubre del 2016.
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