Para fortuna del técnico Gabriel Castillo y del propio jugador está descartada una lesión más grave, solo se resumen en una pequeña molestia con inflamación, tras realizarse los exámenes médicos.
“Son fue una inflamación, no se tuvo una ruptura a Dios Gracias” dijo Flores, tras consultarle cuáles fueron los resultados de los exámenes.
A palabras del propio jugador cuando inició el partido, sintió un “piquete” y por eso mejor solicitó su cambio.
Según el mismo exjugador de Guastatoya y Municipal, el jueves volverá a entrenar normalmente, para estar totalmente a disposición del cuerpo técnico sanarateco.
Este martes se presentó con el resto del grupo, solo presentaba un vendaje en su rodilla derecha, trabajo de forma separada.