“¡Que viva Guate!”, fue el grito al unísono de una decena de guatemaltecos que observaron a los seleccionados en la ciudad de los vientos, primera sede del Grupo C de la Copa Oro y en la que Guatemala enfrentará el próximo jueves a las 17 horas a Trinidad y Tobago en el Soldier Field.
La emoción que tienen los guatemaltecos por ver a la Selección jugar en un evento de gran categoría en esa región de Estados Unidos, los ha llevado al límite, que van desde fotografías de la fiesta que viven desde hace días, en los lugares emblemáticos como el estadio y con jugadores insignias como Marco Pablo Pappa, Carlos Ruiz y José Manuel el Moyo Contreras, entre otros.
“Es una alegría tenerlos aquí, se extraña mucho nuestro país y verlos a ellos es como si los recuerdos volvieran a estar frescos en la memoria”, dijo Elva Guerra, quien emigró al norte hace siete años desde Villa Nueva y añora en algún momento volver a ver su natal Siquinalá, Escuintla.
El equipo guatemalteco arribó a tierras estadounidense desde el pasado miércoles 1 de julio, dos días después tuvo un amistoso frente a Estados Unidos, que perdió 4-0, y el sábado pasado se trasladó a Chicago para concentrarse de lleno en la Copa Oro.
Alegría anticipada
La presencia del equipo nacional en esa región desde hace muchos días despertó en los guatemaltecos una fuerte expectativa y gran emoción. El grupo Chapines en Chicago de la página de Facebook estaba promocionando el juego contra los trinitarios y facilitando la compra de los boletos para que los guatemaltecos puedan apoyar en su totalidad al equipo patrio.
Antes del arribo de la Selección, la comunidad nacional residente en esa ciudad realizó varios actividades.
El pasado domingo 28 de junio, la visita de los exfutbolistas y exseleccionados Gonzalo Romero, Édgar Estrada y Selvyn Ponciano llenó de emoción a la comunidad guatemalteca que vivirá la pasión del futbol el jueves.
En el parque St. Paul Woods de la avenida Oakton en la ciudad de Morton Grove, Illinois, sin importar el color de su equipo, niños, jóvenes y adultos se acercaron a las figuras del balompié nacional para obtener una firma, tomarse una fotografía y abrazarlos como tratando de sentir una parte de su tierra.
“Es alegre y da escalofrío ver a guatemaltecos llegar a este pedacito de Guatemala en Estados Unidos”, expresó una residente.
La visita de los tres exjugadores puso a flor de piel la expectativa de la participación de Guatemala en la Copa Oro.
“Es una bendición todo lo que este deporte nos puede regalar y lo mejor es el cariño de todos ustedes. Cuando viajábamos con la Selección no podíamos tener este tipo de convivencias por los compromisos, pero ahora sí, y por eso queremos devolverles un poco de afecto”, dijo Chalo Romero antes de un sonoro aplauso.
Desde las 10 de la mañana hasta las seis de la tarde los guatemaltecos radicados en Chicago y las ciudades vecinas disfrutaron la música de la marimba Luna Maya, comida típica, rifas, regalos, juegos y los autógrafos y retratos con los invitados especiales.
Entre los asistentes también estuvo Jorge Luis de León, exintegrante de la Marimba Orquesta de Fidel Funes.
“Tuve que decidir entre el futuro de mis hijos y mi carrera. La inseguridad y la violencia que sufre nuestro país nos obliga a buscar nuevos rumbos”, aseguró el marimbista que desde 1975 hasta el 2011 ejecutó el instrumento autóctono junto a Funes y ahora busca sobresalir como solista en Estados Unidos, donde radica junto a sus cinco hijos.
Estrada y Ponciano, por su parte, les prometieron a los guatemaltecos que los recibieron y los ovacionaron que esta no sería la primera vez que llegarían a esa región para compartir un momento especial.
