El partido, que formó parte de la séptima jornada interzonal de la Copa de la Liga Profesional argentina, vio cómo Fernando Gago, entrenador de Racing, anunciaba su renuncia tras el pitido final, esto después del partido y de que la gente le gritara a todo pulmón desde las gradas, “Andáte Gago, la p*** que te parió”.
La historia del encuentro estuvo marcada por los goles de Alexis Canelo y Braian Martínez, este último desde el punto de penalti, llevando al ‘Rojo’ a una importante victoria en el Clásico de Avellaneda. Este resultado garantizó a Independiente la posición de líder en la Zona 1, mientras que Racing aún se mantiene en la cima de la Zona 2, aunque su situación es cada vez más precaria.
Este sorpresivo desenlace marcó un final abrupto en la carrera de Gago como entrenador y dejó a la ‘Academia’ en un estado de desconcierto.
La renuncia de Gago llegó después de una serie de resultados adversos que sacudieron la estabilidad del equipo. La derrota ante Boca Juniors en la Copa Libertadores y la inesperada goleada sufrida ante Huracán en el fútbol argentino fueron eventos que ya habían aumentado la presión sobre el entrenador. Además, el año pasado se caracterizó por eliminaciones tempranas en la Copa Sudamericana y la Copa Argentina, así como por el penalti fallado por Galván, que privó a Racing de la oportunidad de ganar la Liga.
El contrato de Gago estaba programado para expirar al final del año, y su decisión de renunciar sorprendió a muchos. Su partida se produjo sin la tradicional conferencia de prensa y fue acompañada de un lenguaje corporal que reflejaba su abatimiento. Durante el partido, Gago permaneció en silencio junto a Pocho Insúa mientras los aficionados expresaban su descontento. Minutos después, oficializó su dimisión como entrenador de Racing.
Ya durante el semestre anterior, la continuidad de Gago como director técnico había sido cuestionada. Después de una derrota ante Platense, Gago sostuvo una reunión con los jugadores, en la cual buscó respuestas y encontró cierta estabilidad en su posición. Sin embargo, la derrota en el Clásico de Avellaneda representó un revés mucho más devastador. Racing perdió en su propio terreno, a pesar de ser considerado favorito, lo que cambió la perspectiva de la dirigencia del club.
La junta directiva, que inicialmente había ofrecido renovar el contrato de Gago poco después de la derrota ante Boca Juniors, finalmente aceptó su renuncia ante la inesperada derrota en el clásico local. Este giro en la situación marca un punto de inflexión en la historia de Racing Club y plantea interrogantes sobre el futuro del equipo en la liga argentina.
Con la salida de Gago, Racing Club enfrenta una fase de incertidumbre en un momento crucial de la temporada. La dirección del club deberá tomar decisiones importantes en cuanto a la elección de un nuevo entrenador y la planificación estratégica para el futuro.
Mientras tanto, los aficionados y seguidores del club observan con atención los acontecimientos, esperando que Racing recupere su rumbo y vuelva a competir al más alto nivel en el fútbol argentino. La dimisión de Gago es un capítulo inesperado en la rica historia del club y un recordatorio de la volatilidad y la intensidad del deporte del fútbol.