Con un juego lejos de su toque y presión, el seleccionado chileno tuvo que extremar todo su fútbol para imponer su condición de local para alcanzar una victoria muy sufrida ante un Brasil con poco jogo bonito y más velocidad, que no supo aprovechar las oportunidades que tuvo a lo largo del partido.
En la segunda fecha, Chile visitará el martes en Lima a Perú, que perdió 2-0 en su visita a Colombia, mientras que Brasil recibirá a Venezuela, que cayó de local 1-0 ante Paraguay.
Chile comenzó en los primeros minutos con rápidos toques en las bandas, tratando de abrir la cancha, pero también apretando la salida de Brasil, que prefirió esperar y aprovechar los errores que La Roja tuvo y que uno de ellos, permitió un tiro libre de Hulk, que lanzó un misil que pasó cerca del palo izquierdo del arco de Claudio Bravo.
El juego de Chile cayó en errores en el toque del balón, principalmente en la creación por parte de Jorge Valdivia y Arturo Vidal, lo que permitió a Brasil asentarse más en la cancha y soltar a sus delanteros, sobre todo a Douglas Costa, principal agente de ataque por la banda izquierda.
El fútbol de toque preciso y presión de Chile no apareció y pese a que el defensa David Luiz salió por lesión, Brasil no desaprovechó la oportunidad de tomar el control del balón e incomodar al local, lo cual puso los nervios de punta al técnico Jorge Sampaoli quien ordenó un cambio total.
Envió a la cancha al delantero Mark González y de una defensa con tres hombres, armó una línea de cuatro atrás que permitió mejorar a Chile. Alexis Sánchez estuvo a punto de marcar con un tiro de fuera del área, mientras que Hulk respondió para la visita con otro disparo, pero al final, la primera parte concluyó en cero.
En la segunda parte ambas selecciones salieron a buscar su opción, pero Chile lo tuvo con un remate desde la derecha del área brasileña que pegó en Mauricio Isla y milagrosamente dio en el palo tras una zigzagueante trayectoria.
Un Jorge Valdivia extenuado dio su lugar a Matías Fernández, de cuyos pies salió un tiro libre preciso desde la derecha que conectó el centrodelantero Eduardo Vargas, goleador de Copa América, para marcar el primer gol de un partido muy duro.
Brasil no desfalleció y se entregó a su juego de velocidad y toque para buscar desesperadamente con muchos hombres que estuvieron frente al arco de Bravo, pero no tuvieron la capacidad para marcar.
