“Siempre he dicho que era el secretario general de Sepp Blatter, habrá un nuevo presidente de la Fifa a principios de 2016 y por lo general un presidente elige a su secretario general”, añadió.
“En un momento determinado, tras una decisión del gobierno sudafricano, la Fifa recibió una carta que pedía retirar del presupuesto del Comité de Organización del Mundial-2010 una suma de 10 millones de dólares para el programa Diaspora Legacy”, explicó.
El presidente de la Fifa, Sepp Blatter, dimitió el martes, días después de su reelección para un quinto mandato, tras el anuncio de una investigación del FBI en relación con hechos de corrupción y sobornos en el seno de la organización.
“Esos fondos debían ser controlados por el presidente de la Concacaf, Jack Warner, y se enviaron a las cuentas indicadas por Jack Warner”, añadió.
“No tengo el poder de autorizar un pago, menos todavía un pago de diez millones y que vengan de otro cuenta de fuera de la Fifa”, insistió.
Valcke añadió que los sudafricanos confirmaron la decisión de retirar los diez millones y que Warner, que era el vicepresidente de la Comisión de Finanzas, aceptó la operación. También dijo que el pago contó con la validación del argentino Julio Grondona, fallecido el pasado año y entonces presidente de la Comisión de Finanzas.
Defienden legalidad
El ministro de Deportes sudafricano, Fikile Mbalula, defendió la legalidad de los diez millones de dólares pagados al futbol caribeño, que la justicia estadounidense considera como un soborno para conseguir la atribución del Mundial de 2010.
“El hecho de que se pagarán 10 millones de dólares en un programa aprobado en toda legalidad no equivale a un soborno”, dijo. “Quienes hacen esas acusaciones deberían aportar pruebas , añadió.
Según él, la cantidad pagada al futbol caribeño iba destinada a asociaciones locales y se enmarcaba en el proyecto sudafricano de convertir el Mundial de 2010 en un motivo de orgullo para frica y todos los africanos, incluida la diáspora.
“Nos negamos a vernos envueltos en una batalla entre las autoridades estadounidenses y la Fifa”, dijo Mbalula en una rueda de prensa en Johannesburgo.
“Nunca hemos sido portavoces de la FIFA o no tenemos intención de hablar en nombre de la FIFA” , agregó.
Según la justicia norteamericana, los 10 millones de dólares no fueron pagados directamente por Sudáfrica, sino que fueron retirados de la contribución de la FIFA al comité organizador sudafricano.