El desgaste físico de la gira por Estados Unidos y un inicio de curso vertiginoso con la disputa de 16 partidos -cinco amistosos y once oficiales- en 80 días explican las múltiples molestias musculares que ha padecido una plantilla corta debido a la imposibilidad de inscribir jugadores por la sanción de la Fifa.
La enfermería la estrenó el brasileño Douglas Pereira, quien el pasado 29 de agosto sufrió una rotura de fibras en el bíceps femoral que le dejó dos meses en el dique seco.
Los isquiotibiales de Jordi Alba se resquebrajaron en el Trofeo Joan Gamper del pasado 5 de agosto. Al lateral se le diagnosticó una baja de quince días y no regresó hasta el estreno liguero contra el Athletic Club de Bilbao en San Mamés.
Adriano fue el siguiente en caer con una pubalgia antes de la vuelta de la Supercopa de España y no volvió a entrar en una convocatoria hasta la tercera jornada de Liga en el Vicente Calderón (12 de septiembre).
A ello se sumó la baja inesperada del brasileño Neymar, a quien unas paperas le dejaron lejos de los terrenos de juego durante quince días.
El primer partido de Liga ante el Athletic Club se cobró otra víctima: Dani Alves sufrió una lesión en el aductor de la pierna derecha que la apartó de los terrenos de juego durante un mes.
En la segunda jornada de Liga contra el Málaga, el centrocampista reconvertido entonces en lateral derecho Sergi Roberto se retiró también con molestias musculares, aunque el club no informara sobre el alcance de su lesión.
Como dicha dolencia coincidió con el parón de selecciones, el jugador de Reus se recuperó a tiempo para estar disposición de Luis Enrique en la tercera jornada de Liga ante el Atlético de Madrid.
Precisamente, la semana antes de visitar Madrid, el guardameta Claudio Bravo sufría problemas musculares en el sóleo de la pierna derecha. El chileno, que ya se ejercita al mismo ritmo que sus compañeros, se encuentra en la fase final de su recuperación.
En el Vicente Calderón, Thomas Vermaelen revivió los fantasmas del curso pasado al padecer una lesión en el sóleo de la pierna derecha.
Su tiempo previsto de baja es de tres semanas, por lo que su reaparición podría producirse después del parón de selecciones que tendrá lugar tras la séptima jornada de Liga, que se disputa el próximo fin de semana.
Hasta ayer ante el Bayer Leverkusen, cuando Andrés Iniesta notó un pinchazo en el bíceps femoral, el Barcelona había vivido una pequeña tregua de quince días sin lesiones musculares sólo rota por otras molestias de Adriano que emergieron tras el último encuentro de Liga.
No obstante, las bajas por traumatismos golpearon a Rafinha y Leo Messi. El primero se rompió ante el Roma el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha tras una dura entrada de Radja Nainngolan.
El brasileño estará unos seis meses de baja y su polivalencia -puede jugar de centrocampista y delantero- ha dejado tocado a un equipo que anda corto de efectivos, más aún después de que el argentino Leo Messi se rompiera ante la UD Las Palmas el ligamento colateral interno de la rodilla derecha.
Antes de la lesión del argentino, que estará entre seis y ocho semanas de baja, también se ausentaron por molestias Jordi Alba (cervicales) y Sandro Ramírez (una contusión) aunque ambos jugadores regresaron ayer ante el Bayer Leverkusen.
Así las cosas, el Barcelona afronta el partido del próximo sábado en el Sánchez Pizjuán con un total de dieciséis jugadores del primer equipo: dos porteros (Ter Stegen y Masip), siete defensas (Douglas, Piqué, Mathieu, Alves, Alba, Mascherano y Bartra), tres centrocampistas (Busquets, Rakitic y Sergi Roberto) y cuatro delanteros (Suárez, Neymar, Munir y Sandro).
Ante este panorama, Luis Enrique, que en las últimas semanas ya ha contado con el jugador del filial Gerard Gumbau, se ve obligado a buscar soluciones de emergencia en La Masia que le permitan completar la próxima convocatoria.