Aun así, ambos se lo tomaron en serio. El Borussia, porque tendrá pocas oportunidades en su historia de disfrutar de una noche europea en un escenario como el Camp Nou y el Barcelona porque, tras sumar cuatro empates en los últimos cinco partidos, debía disipar el nubarrón que, como Luis Enrique reconoció en la víspera, había empezado a cernirse sobre el equipo.
Además, el once azulgrana estaba hoy repleto de jugadores poco habituales con muchas ganas de reivindicarse, como el propio Arda, aunque con Iniesta y Messi en el campo de inicio todo resulta mucho más fácil.
Ambos fueron el faro del futbol del Bara desde el arranque. Asociándose entre ellos o con Arda o con Denis Suárez -otro que entiende el juego de la misma forma- o buscando a Alcácer para que estrenara de una vez su cuenta goleadora esta temporada.
Al cuarto de hora, una pared entre Messi y Arda acababa con un remate cruzado, al primer toque, del argentino, que sorprendía a Sommer. El astro de Rosario anotaba su décimo gol en esta Champions y ponía el 1-0.
Messi a punto estuvo de hacer el segundo poco después tras recibir otro pase de Arda, pero Sommer se estiró bien esta vez y envió el balón a córner.
El atacante turco, en el punto de mira tras cometer en el último minuto del clásico ante el Real Madrid la absurda falta que acabó con el gol del empate de Sergio Ramos, salió muy motivado. Y tuvo la primera ocasión de aumentar la cuenta mediada la primera mitad, pero su disparo lo atajó bien el meta del equipo alemán.
El Barsa dominaba el partido a placer, pero el Gladach cerraba bien los espacios en los metros finales. Además, el equipo de Schubert intentaba, valiente, salir a la contra a la menor ocasión, casi siempre con un hiperactivo Dahoud como protagonista en las transiciones, aunque éstas siempre morían antes de llegar a la meta defendida hoy por Cillessen.
Pero el partido quedó sentenciado al inicio de la reanudación con los dos primeros goles de Arda. En el 2-0, cabeceó en el segundo palo un centro de Denis Suárez que hizo una extraña parábola al tocar en un defensa. Y el tercero, al rematar de primera una jugada personal de Aleix Vidal, otro de los que hoy salió con muchas ganas de demostrar que tiene un sitio en este Barsa.
También Alcácer, que se estrelló con Sommer en las dos ocasiones claras que tuvo, pero que regaló el cuarto a Arda, que firmó un triplete en apenas 17 minutos.
El turco, que se llevará el balón a casa como recuerdo de su hat-trick, fue ovacionado por el Camp Nou, a quince minutos del final, cuando fue sustituido por el joven Cardona, que debutaba con la camiseta azulgrana en la Liga de Campeones.
Del Gladbach casi no hubo noticias en toda la segunda parte. Lo más destacado del conjunto germano fue una conducción de Hahn que fue derribado por Mascherano cuando se plantaba solo ante Cillessen, aunque el árbitro no señaló penalti. Y una internada de Johnson, que al final se quedó sin ángulo para el disparo tras driblar al portero azulgrana.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) December 6, 2016
Al final, el Barsa se llevó un plácido partido, se embolsó los 1,5 millones de euros que da la UEFA al vencedor del choque y acabó con su racha. La mala, porque la buena dice que ha ganado todos los partidos de Champions como local desde que lo entrena Luis Enrique.