Con Semedo haciendo una marca casi individual sobre Lionel Messi, el Villarreal cerró todas las vías de suministro del Barcelona, que además sufrió contraataques eléctricos.
El arquero alemán Marc-André Ter Stegen volvió a ser capital para el conjunto azulgrana y realizó una espectacular intervención tras un remate de Roberto Soriano. No estuvo cómodo el Barcelona en la primera parte y se retiró al descanso con varias cuestiones que solucionar. Principalmente su poca capacidad para generar ocasiones.
El equipo de Ernesto Valverde explotó preferentemente la sociedad formada por Messi y Jordi Alba, sin duda lo más peligroso del Barcelona en toda la noche, si bien la defensa del Villarreal actuó con enorme solidez.
Pero un hecho rompió el encuentro. El joven Raba exageró su ímpetu y realizó una dura entrada sobre Sergio Busquets para ver la tarjeta roja directa. Ahí se acabó la resistencia del Villarreal, que comenzó a dar pasos muy atrás.
Un remate al palo de Suárez fue el preludio del primer gol visitante. A los 72 minutos, el uruguayo combinó con Paco Alcácer y definió con mucha categoría ante la desesperada salida de Sergio Asenjo, superado por el brillante quiebro del delantero.
El Villarreal apeló entonces a su orgullo, pero le faltó físico y, claro, un jugador más para conseguir inquietar a un Barcelona que sentenció a siete minutos del final con un error en la salida de balón y un tanto de Messi explotando toda su clase.
A pesar de sufrir, el Barcelona se llevó un triunfo que necesitaba después de dos empates consecutivos en la Liga española. Mantiene cinco puntos sobre el Valencia, seis sobre el Atlético y ocho sobre el Real Madrid.