Ambos equipos guardaron un minuto de silencio previo al encuentro disputado en el estadio Iván Elías Moreno, y posteriormente lanzaron al aire globos verdes y blancos, colores distintivos del “Huracán del Oeste” de Brasil.
Cristal jugó el encuentro con su habitual camiseta celeste, pero debajo del dorsal de cada jugador se podía leer la leyenda “Força Chape” en letras verdes, mientras que los jugadores de Municipal portaban crespones negros.
El Chapecoense se disponía a jugar frente al Atlético Nacional la primera final internacional en sus 43 años de historia cuando la aeronave, procedente de Santa Cruz (Bolivia) se estrelló en las cercanías del aeropuerto de Medellín tras aparentemente quedarse sin combustible y apagarse su sistema eléctrico.