Pese a marcar esos dos goles, y sumar 7 en el torneo y 28 en la temporada, el premio al mejor jugador del partido fue para el argentino Éver Banega.
El primero en acercarse a la portería rival fue el Sevilla, en un error defensivo ucraniano, el balón llegó a Bacca, pero el colombiano golpeó mal y el balón se marchó alto en el minuto 1.
Sin embargo, el primer gol cayó del bando ucraniano. En un balón largo por la banda derecha, Kalinic descolgó de cabeza para el brasileño Matheus, que se internó en el área y centró para que el croata batiese a Sergio Rico (7).
El Sevilla hace historia al convertirse en el primer club europeo en ganar la Europa League (o la anterior Copa de la UEFA) en cuatro ocasiones y permite al futbol español empatar con Italia como países con más títulos en este torneo (9).
Ese gol afectó a los sevillistas, a quienes les entraron los nervios y cometían muchos errores en la combinación, quedando a expensas además de verse de nuevo sorprendidos por otra contra ucraniana.
Poco a poco, el Sevilla fue mejorando y, en el minuto 20, Reyes recibió en banda derecha un pase largo del polaco Grzegorz Krychowiak, se centró unos metros y conectó un disparo desde el vértice que se marchó rozando el poste de la meta defendida por Denys Boyko.
Poco después, en un córner desde la izquierda, Krychowiak remató solo en el segundo palo, pero Byoko la rechazó in extremis (24).
Remontada en tres minutos
El gol rondaba la portería ucraniana y solo era cuestión de tiempo que llegase. Reyes tuvo una gran ocasión, pero su disparo lo desvió a córner Jaba Kankava (27). En el saque de esquina, el balón cayó a Krychowiak en el punto de penal y el polaco, ante su público, anotó el empate de un tiro raso (28).
Y tres minutos después, Bacca llevó el delirio a los 10 mil sevillistas que viajaron a la capital polaca. Reyes asistió en profundidad y el colombiano, tras marcharse de los defensas en velocidad, regateó a Boyko y marcó el segundo para los españoles, su sexto tanto esta temporada en el torneo y el 27º contando todas las competiciones.
El Dnipro, no obstante, no había dicho su última palabra y el mejor jugador ucraniano Yevhen Konoplianka conectó un zapatazo desde la frontal que el joven Sergio Rico, recién convocado para jugar con España, desvió a córner con una magnífica parada a una mano (37).
Después de que el Sevilla estuviese a punto de anotar el tercero, con un disparo lejano de Aleix Vidal, la otra novedad de la convocatoria de Vicente del Bosque, que rozó la escuadra del arco rival (42), Rotan empató en un lanzamiento directo de falta (43), resultado con el que se llegó al descanso.
Ese tanto pareció liberar a los ucranianos, que comenzaron la segunda parte atacando el arco sevillista con un control del partido que no habían tenido en los primeros 45 minutos, aunque sin gozar de claras ocasiones para marcar, mientras que el Sevilla jugó con más precauciones al ver el peligro de la contra rival.
Más precauciones tras la pausa
En la segunda parte, el juego de centro del campo predominó ante dos equipos que tenían miedo a arriesgar. Las únicas ocasiones de cierto peligro fueron un disparo desviado de Yehven Konoplyanka (55), una de las estrellas ucranianas pero inédito en el primer periodo, y un cabezazo del camerunés Stéphane Mbia en un córner que se marchó alto (63).
A medida que avanzaban los minutos, cada vez se veía más claro que un error podría acabar decidiendo la final para uno u otro equipo. Y fue el Sevilla el que se aprovechó del fallo rival.
Tras dos rechaces erróneos de los defensas ucranianos, Vitolo acertó a meter el pie para pasar el balón a Bacca, que volvió a batir a Boyko en el uno contra uno (73).
El cafetero pudo sentenciar poco después, pero su cabezazo a bocajarro lo salvó, con una atajada milagrosa a una mano, Boyko (79). Dos minutos después Bacca fue sustituido por el francés Kevin Gameiro recibiendo la ovación del público sevillista.
En los últimos minutos, el Dnipro trató a la desesperada de igualar, pero los hispalenses ya no se dejaron sorprender.
