Al Comité de control asistieron el ministro de Deportes Patrick Kanner, el presidente del Comité de Organización de la Eurocopa, Jacques Lambert, y el presidente del club de las ciudades anfitrionas, Alain Juppe, alcalde de Burdeos.
El grupo aprobó las medidas anunciadas tras los atentados del 13 de noviembre de 2015, es decir, un cacheo sistemático al entrar en las 'fan-zones', una posible detección de objetos metálicos, la participación de los servicios de artificieros y la instalación de sistemas de vigilancia por vídeo.
También se detalló el coste de asegurar las 'fan-zones' en las ciudades anfitrionas. Los dispositivos para estas áreas y el centro de las urbes rondará los 17 millones de euros, según Juppe.
La seguridad en los estadios, los lugares de concentración de los equipos, los hoteles oficiales y los centros de prensa, dependerá de la UEFA, que desplegará en estas zonas cerca de 10.000 agentes de seguridad privada, es decir, un 7% más que los que estaban previstos antes del 13 de noviembre de 2015