El pasado mes de marzo, los clubes de la élite inglesa frenaron el contrato con Rambler, una filial de Sberbank que detentaba los derechos de difusión del campeonato inglés hasta la conclusión de la temporada 2021-2022.
Match TV, propiedad del gigante de la energía Gazprom, se llevó el contrato por las seis campañas siguientes, de 2022 a 2028, pero se determinó que mientras dure el conflicto en Ucrania, el organizador del campeonato rechaza mantener vínculos contractuales con ningún difusor ruso, precisó la PA.
Esta decisión, que no tiene límite en el tiempo, no está sometida a la aprobación de los clubes, indica la agencia británica, delegando toda la responsabilidad a la liga inglesa, la cual se lo habría informado a sus respectivos integrantes a través de una asamblea general anual.
Match TV debía pagar 43 millones de libras (50 millones de euros/53,5 millones de euros) por el pack que abarcaba las seis temporadas, una cifra que no marcará la diferencia en cuanto a la economía de los clubes que integran la competencia.
Para el periodo 2022-2025, los derechos de difusión de la Premier a nivel internacional se elevan a 5.000 millones de libras (5.800 millones de euros/hacia 6.200 millones de dólares) que se repartirá entre los equipos.
Ésta es otra de las medidas que se tomó desde el plano deportivo en contra del avance militar ruso contra Ucrania. Entre otras, destacaron el cambio de sede de la final de la Champions League, la cual estaba pautada para que se jugara en el estadio Krestovski de San Petersburgo y terminó llevándose a cabo en el Stade de France al norte de París.
Por otra parte, la UEFA, el organismo rector del futbol europeo, decidió que Rusia no tendría equipos afiliados que participen en sus competiciones de clubes en la temporada 2022-23 debido a la campaña militar de Moscú, determinación que a mediados de mayo los equipos involucrados (Zenit, FC Dynamo de Moscú, el FC Sochi y el PFC CSKA) presentaron una apelación.
La decisión de la UEFA también llevó a la empresa de indumentaria deportiva Nike a poner fin a su acuerdo de patrocinio con el Spartak de Moscú. En un comunicado enviado por correo electrónico la marca estadounidense dijo que había informado al Spartak de que dejaría de ser el patrocinador de las indumentarias del club “dada la decisión de la UEFA de suspender a todos los clubes rusos de las competencias de la UEFA”.