Durante su paso por el Barcelona también levantó la copa de campeón de la Champions League, en el 2006.
Carisma, magia, espectáculo y sobre todo una enorme sonrisa fueron algunas de las principales características que identificaban a la leyenda viviente en cada partido y durante su estadía en el equipo de la Ciudad Condal.
El mago de Portoalegre o el genio de la pelota como también es conocido, demostró su enorme talento y categoría durante el tiempo en que fue jugador del equipo culé.
“Me sentí como de casa desde el primer momento. La afición siempre me trató con mucho cariño y eso me motivó al máximo”, expresó Ronaldinho en una de sus tantas declaraciones, poco tiempo después de haber tomado la decisión de abandonar al al conjunto azulgrana.
En el 2008 el astro brasileño se marchó al AC Milan, después al Flamengo en el 2011, al Atlético Minero en el 2012. En México también jugó con el Querétaro y este martes oficializó su retiro definitivo de las canchas.