El conjunto 'giallorosso' acumula cuatro triunfos consecutivos en liga, por seis los celestes. Pocas veces los dos equipos de la capital italiana llegaron al duelo vecinal en el Estadio Olímpico en un mejor estado de forma.
La rivalidad de ambos clubes se traslada en esta ocasión también a los banquillos. Simone Inzaghi (Lazio) y Eusebio Di Francesco (Roma) ya vivieron derbis como jugadores de sus respectivos equipos.
“La vida es mucho más fácil cuando ganas el derbi. Nos evadimos de la realidad, estamos como en otro planeta. Todo el mundo es amable, agradable…”, contaba hace un año Vincent Candela, exjugador de la Roma.
Pero este será el primer derbi en mucho tiempo sin Francesco Totti. 'Il capitano', máximo goleador de la historia de los derbis romanos con 11 dianas, lo vivirá desde el palco con traje y corbata.
Sobre el terreno de juego será Daniele De Rossi, que puso fin el lunes a su carrera internacional, el que asuma el rol de capitán de su equipo de toda la vida.
Dudas
Inzaghi, por su parte, no sabe aún si podrá contar con el delantero Ciro Inmobile, autor de 14 goles en las doce jornadas disputadas, pero que arrastra un problema en el muslo.
Se espera la presencia de más de 55.000 espectadores en el Olímpico y un ambiente caldeado en medio de extremas medidas de seguridad después de que semanas atrás los ultras del Lazio exhibiesen fotografías de la fallecida escritora judía Ana Frank con la camiseta de la Roma durante el partido ante el Cagliari.
Los ultras del Lazio se situaron en la Curva Sur, zona habitualmente reservada a sus homólogos de la Roma. La Curva Norte estaba cerrada por dos partidos debido a los cánticos antisemitas escuchados en el partido ante el Sassuolo a principios de octubre.
El ganador del duelo podría verse muy cerca del líder Nápoles, que recibirá el sábado al siempre peligroso ac Milán, mientras que la Juventus tampoco lo tendrá fácil ante una Sampdoria que ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos.