Fútbol Internacional

Robinho vuelve al Santos con 36 años por poco más que un salario mínimo

Según el contrato, que será firmado en las próximas horas, el atacante que ya jugó para el Real Madrid, el Milán y el Manchester City, así como tuvo pasajes por el fútbol chino y turco, recibirá por mes 1.500 reales (190 dólares), un salario un poco superior al mínimo que rige en Brasil.

El Santos no pagará nada por su fichaje, ya que a mediados de este año el jugador quedó en libertad, tras finalizar su vínculo con el Basaksehir de Estambul, en el que jugó la última temporada.

El equipo en el que también surgieron jugadores de la talla de Pelé y Neymar atraviesa por serias dificultades financieras y está a punto de recibir una sanción de la FIFA que le impedirá contratar jugadores durante un período de tiempo aún no definido.

La previsible sanción, que puede ser anunciada la semana próxima, corresponde a deudas no saldadas con el Huachipato chileno, por el fichaje del venezolano Yeferson Soteldo, y con el Atlético Nacional colombiano, por la contratación del defensa Felipe Aguilar.

El ya veterano Robinho tiene problemas con la justicia italiana, que le condenó a nueve años de cárcel por su supuesta participación en una violación colectiva sufrida por una joven en una discoteca de Milán en 2003, frente a lo cual ha recurrido y está a la espera de una decisión.

Robinho se presentó al fútbol mundial en el Santos del 2002, un equipo en el que también jugaba Diego Ribas y con el que conquistó las ligas brasileñas de ese mismo año y de 2004.

Un año después emigró al Real Madrid y en 2008 inició un largo periplo que le llevó al Milán italiano, al Manchester City y que incluyó tres regresos a Brasil, para volver a jugar en dos ocasiones con el Santos y otra con el Atlético Mineiro.

Entre 2003 y 2015 fue indiscutible en la selección brasileña, con la que jugó 102 partidos, anotó 30 goles y ganó la Copa América de 2007 y la Copa de las Confederaciones en 2005 y 2009.

Con la Canarinha también estuvo en los mundiales de Alemania 2006 y Suráfrica 2010, y en ambos Brasil cayó en los cuartos de final. EFE